Cuadrilla 31

 

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Tres jabalís en Poda

El peso de los jabalís y el fuerte viento protagonistas del día

El sábado 21 de Noviembre será recordado en Liébana por el fuerte viento que azotó la zona. Los componentes de la cuadrilla 31 tenían que cazar en Poda-Cordancas y a las ocho de la mañana empezaron a llegar a la explanada que está junto a la Iglesia de Lebeña para acreditarse ante la guardería y a la vez recibir las instrucciones de Tasín que, como jefe de la cuadrilla, les iba dando.

Elías y Tasín con los tres jabalís "Vamos a echar lo primero toda la zona por encima de Lebeña para cerrar en Arcedón, La Matilla, Pasaneu, El Collau y Los LLaos. Allí estarán los puestos", así que una vez colocados cada uno en su sitio empezaron los monteros a rastrear la zona. Les costó a los canes encontrar demanda, hasta que los perros de Miguel y de Juan Carlos levantaron a dos marranos de su encame que cruzaron por encima del depósito de agua en dirección a la Peña de la Ventosa. Como esa zona no estaba bien cubierta, lograron adentrarse en el encinal y aunque los perros los seguían acosando, pudieron huir por debajo de la Cueva Mora en dirección a la Peña. Fue una lástima porque eran grandes y no se les pudo ni siquiera tirar.

En Arcedón estaba de puesto Domingo Bueno, de Lebeña y que hoy estaba de invitado, por tanto buen conocedor del terreno. Tan conocedor que hasta sus dominios llevaron los perros de Angel a un jabalí al que Domingo necesitó dos disparos para pararle los pies en su intento de huida. Era un buen ejemplar con un peso de alrededor de los 70 kilos.

Más arriba, en la Matilla, estaba de puesto Tasín que pudo presenciar cómo los mismos perros de Angel habían sacado de su encame en Trescorroble a otro marrano. Le vio cruzar en dirección a Poda, pero posteriormente se dio la vuelta y pasó por debajo de la Mina de la Matilla en dirección a Cordancas. Tasín, que estaba apostado detrás de una gran roca, estuvo viendo toda la maniobra del marrano durante un buen rato. Venía hacia él derecho, pero por intuición del jabalí, o porque viera algo raro, el animal se cruzó y trató de huir por el único sitio que podía, ya que no estaba bien cubierto. Tasín dudó por unos instantes si tirar o qué hacer. Estaba aún muy lejos para disparar, pero era la única solución antes que dejarle escapar. Apoyó el rifle en la roca y fue siguiendo al jabalí con la mira hasta que se dio cuenta que había que disparar. Sonar el disparo y pegar un salto el jabalí, fue todo uno. A trancas y barrancas se logró incorporar, pero por poco tiempo ya que el disparo había sido mortal de necesidad. Era también un gran ejemplar con unos dientes bastantes buenos.

Era ya mediodía y en aquellas cumbres metía miedo el viento. Algunos cazadores se tuvieron que resguardar detrás de un árbol, o de una piedra, por temor a que les llevase. Seguro que algunas rachas superaban con creces los 100 kilómetros hora. Otro inconveniente era que debido al viento, no se oían los ladridos de los perros, añadiendo otra dificultad a la cacería, que para los mismos canes también resultaba molesta. Pero los perros ansiosos por la caza, saben sobreponerse y siguen buscando los rastros con intensidad, escudriñando el monte de arriba abajo .

Y qué recompensa más bella deben de tener cuando al final de la tarea, llevan la presa hasta los puestos de tiro para que allí la rematen los cazadores y ellos puedan morder al jabalí con todas sus ansias. Es su única medalla. Y esa distinción la ganaron cuando levantaron de su guarida y luego persiguieron a un jabalí que en principio les hizo frente. Era bastante grande, pero, ante la valentía de los perros, no tuvo más remedio que salir de su escondite y emprender la huida. Después de muchas vueltas y revueltas el jabalí trató de huir muy cerca de la Braña de los Tejos, donde estaba apostado Elías, el de Lomeña, que se tuvo que plantar (por el viento era difícil el sostener el punto de mira, así como él mismo) y asegurarse el rifle contra el hombro para lanzar un disparo que no rozó al marrano. Volvió a tirar y el jabalí lo notó, ya que cambió de rumbo y con menos velocidad. Un tercer disparo valió para que el cerdo cayera definitivamente al mismo instante que llegaban los perros prestos a morder.

De ésta manera se acabó la cacería, hubo bastantes tiros, demasiados fallos y tres buenos jabalís que se llevaron para los arcones. No estuvo mal. Ahora las expectativas son grandes ante la cacería del próximo sábado en Bicobres Norte, en Bedoya. Seguro que ese día bajan con el zurrón lleno..

Datos aportados por Ana Gutiérrez

  
CUADRILLA 31
Fecha
Monte
Jabalíes
Cazadores
17-10-09
Sobrebodia
3
Basilio (2) y Miguel Angel
07-11-09
Bicobres Sur
2
Basilio y Angel Gutiérrez Soberón
21-11-09
Poda Cordancas
3
Domingo Bueno, Tasín y Elías
28-11-09
Bicobres Norte
8
Nica (2), Juanba (2), Fran Mena (2), Alvaro y Pedro
05-12-09
Vallejas de San Pablo
3
Angelín Gutiérrez, Basilio y Luis Manuel (Fanio)
12-12-09
Arabedes
5
Elías (2), Borja, Marcos y Juan Carlos Gutiérrez Soberón
19-12-09
Monte Cubino
-
Suspendida por la nieve
27-12-09
Margaperas
5
Chanquel (2), Elías, Tasín y Angelín Gutiérrez Gómez
10-01-10
Dobra-El Mazo
-
Suspendida por la nieve
17-01-10
Vallejas de San Pablo
6
Fran (2), Roberto (2), Tasín y Angelín Gutiérrez Gómez
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