Cuadrillas 31,103 y 141

 

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Salieron cuatro venadas y se mataron dos

Por fin ya se terminó la temporada de caza, pero hoy no hay que ir a buscar jabalís sino a por venadas, ya que debido a su crecimiento de población, desde hace ya varios años se organizan batidas para tener un poco controlado el número de ciervos en la zona. De hecho no se establece ningún cupo, el único requisito es que deben de ser hembras.

Mañana fresca la que amaneció en San Pedro el pasado sábado, día ocho de Marzo, dando paso posteriormente a un buen día de sol que lo agradecieron todos. "Solo se permiten quince escopetas, así que tenemos que dividir el lote. Vamos a echar lo primeru la parte de arriba, por la Sieta, los Llaos, el Collau, Retorturas y Lomberu. Los monteros van a entrar por la Mata de Salarzón y por la Dobra. En los Llanos de Enebru vieron el otru día a un rebañu de ellas", les indicaba Jorge que hoy tomaba las riendas de la cacería. "Ya sabeis que los venaos no son jabalís, tienen otra manera de comportarse. Con los venaos no puede existir el margen de error porque se largan enseguida y por supuestu no se puede meter ruidu ya que tienen una vista y un oídu muy finu. Son mucho más listos que los jabalís y, ante el peligru, siempre se retiran a toda velocidad".

Con la lección bien aprendida, tanto los cazadores como los monteros fueron ocupando sus posiciones para empezar la cacería. Pero las venadas no aparecían por ningún sitio y como el terreno a batir no era muy grande los monteros, poco tardaron en andarlo. Sus voces y sus toques de corneta, ayudados por algún perro, no fueron suficientes para levantar a las ciervas. Seguro que estarían por otra parte.

En vista de ello, Jorge mandó retirarse a los cazadores para cerrar por más abajo, concretamente por la Calleja de Saria y Sardanes, "los monteros van a entrar por la Dobra y el Ojeu", les comunicó. Y precisamente fue en el Ojeu donde por fin aparecieron las ciervas.

"Atentos que acaban de salir un rebañu de ellas, se metieron pa Sarrullá", avisaba Sergio a sus compañeros. "Sí, las acabo de ver, me parece que son cuatro, atentos los que estais en Sardanes y en las Bárcenas, que van en esa dirección. ¡¡Cómo corren las cabronas.....!!, qué putísimas son .....!!!. Se acaban de separar, dos arrancaron monte arriba en dirección a la Fuente Taruey y las otras dos van en dirección a Sária", comunicaba ahora Nel.

¿Cuál de los dos grupos será el que tomó la dirección más acertada?. La solución se zanjó rápidamente porque por fin suena el primer disparo de la jornada. "Yo creo que la maté porque no acaba de cruzar el río", decía Felipe que estaba apostado en la Calleja de Sária en el prao de Genaro. "Desde aquí no la puedo ver porque hay un bardal que lo impide, pero creo que está detrás del bardal y de allí no sale", comentaba Felipe. Estaba aún Felipe hablado cuando, un poco más arriba, suenan dos disparos seguidos. Era la compañera que también intentaba cruzar el río, pero allí estaba Serafín Alles que no quiso que se mojara. Era un buen ejemplar con bastantes más kilos que la que había matado minutos antes Felipe.

"Acabo de ver pasar dos venás por los Castros de la Fuente Taruey; va un perrucu negru detrás de ellas y se metieron para la Pandilla", avisaba por la emisora Tasín. Media hora más tarde hubo que ir hasta las antenas de la Mesa para recoger al perro ya agotado; por allí las había "empontigado" en dirección a Lamasón. Fueron las dos venadas que acertaron con tomar esa dirección, porque al menos salvaron el pellejo, lo contrario que sus dos compañeras.

Eran ya las tres de la tarde y Jorge les avisa que van a echar desde Cobeña a la Sieta. Pero con nulo resultado ya que tampoco salió ninguna cierva. De esta forma se saldó la jornada. Salieron en todo el día cuatro venadas y se cargaron en el remolque dos. No estuvo mal la jornada.

(Marzo 2.014)

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