Cacería por daños

Por todos es conocido el problema que hay este año con las cacerías del jabalí en Cantabria. Parece que poco a poco todo se va solucionando y a partir del próximo mes de Diciembre se va a empezar a cazar en la Reserva del Saja, aunque con varias limitaciones, ya que varias cuadrillas no van a participar en las cacerías y las que optaron por salir al monte, saben que solo van a cazar durante poco más de un mes.

Los jabalís, mientras tanto, contentos y felices pululan por Liébana como unos verdaderos reyes. Son los amos y sus daños se multiplican día a día. En vista de ello, la Junta Vecinal de Bedoya, debido a los graves daños que están ocasionando los jabalís, solicitó a la Consejería de Ganadería salir un día a darles un repaso.

Y el pasado viernes la Consejería nos contestó que accedía a tal petición, debiéndose celebrar dicha cacería al día siguiente, el sábado. Ahora surgía otro problema, en el valle hay tres cuadrillas, ¿cuál de ellas debería salir al monte?. Con buen criterio se decidió hacer un sorteo entre ellas, saliendo beneficiada la cuadrilla 31.

Como es lógico no dio tiempo ni a mirar el monte, ni a desenfundar las armas y muchos cazadores, ante la premura de tiempo, no pudieron acudir, teniendo que completarse la participación (para este tipo de cacerías se admite hasta cuarenta) con algunos componentes de las demás cuadrillas.

A primera hora del sábado ya estaban todos en San Pedro con ganas de comenzar la jornada. "Vamos a cubrir en largo desde la Calleja de Sária hasta Canal Mayor y los Llaos, también vamos a poner tres escopetas en la Sieta. Los perros van a entrar desde Salarzón y San Pedro", les avisaba Juan Carlos, el jefe de la cuadrilla.

No tardaron los perros de Berto (San Miguel) en levantar el primer jabalí encima de la Dobra. El marrano cruzó por encima del Ojeo y salió hacia la Calleja, donde estaba Kiko, el pescadero de Potes, que le disparo tres veces pero el jabalí salió ileso de la refriega, escabulléndose por Lobá.

Los perros de David (Pumareña) y los de Roberto (Los Cos) también levantaron más jabalíes y por segunda vez llegaron de nuevo donde Kiko. "Esta vez no se me escapan", pensó el cazador. Venían tres jabalís y Kiko los estaba observando. No venían juntos, así que el cazador tuvo que decidir a quién irían dirigidos los disparos. Cuando ya lo tuvo claro, disparó pero el jabalí siguió corriendo. Un nuevo disparo y otro más..., para ver al jabalí trasponer monte arriba. Lo mismo que habían hecho los otros dos que venían con él. Está claro que hoy no era el día de Kiko.

Lo que sí quedaba evidente, era que había jabalís en el monte; varios puestos de Canal Mayor vieron seis marranos que venían de Lobá pero sin que llegaran a entrar en la cacería. En la Cuesta de las Segás, los perros también movieron más jabalíes que se dispersaron, llegando uno a los Castros Rubios donde estaba de puesto Abelín que de un único disparo vio cómo rodaba unos metros para quedar inmóvil instantes después. Era el primero de la jornada.

Los perros de Pepe, el de Ojedo, llevaban a otro que se adentró por el Acebal llegando donde estaba el montero que acertó a pararle de un par de disparos.

Parecido le ocurrió a Mente, también montero, que estaba en el Llano Cerezal viendo cómo se le acercaba un jabalí acosado por los perros. El marrano se adentró en el Canchalón y Clemente dudaba que saliera de allí. "Los perros no van a ser capaces de sacarle de allí", pensaba. Pero se equivocaba, ya que unos pocos minutos después, le volvió a ver dirigiéndose hacia el Collado de Taruey. Pero el marrano no llegó a su destino, ya que el plomo de Clemente le interceptó en su intento.

Era ya mediodía y había que dejarlo. El horario de las "cacerías por daños" finaliza a las 14 horas, así que no dio tiempo a mucho más. Como resumen, diré que se movieron muchos jabalíes, los perros trabajaron bastante, pero los tiradores (había escasez de puestos) fallaron en demasía. Ahora toca prepararse para Diciembre cuando empiecen las cacerías de verdad. Hasta entonces.

Noviembre - 2014