El valle de Bedoya en la década de 1926-29

Recortes de lo que escribió la Prensa provincial y nacional sobre el valle de Bedoya entre los años 1926 y 1929, donde podemos leer, entre otras cosas, el lamentable accidente de una motocicleta y la aportación de las parroquias del valle a la construcción del Monumento a Cristo Rey del Otero en Palencia, que ascendió a 225,15 pesetas.

Busca y captura

José Gutiérrez Esteban, (a) Judas, natural de Bedoya, San Pedro, municipio de Cillorigo, profesión arreador de ferias, de sobre 30 años, estatura regular, ojos castaños, nariz y frente regular, color moreno, viste blusa negra, tiene una marca en el cuello y le faltan dos dedos de la mano derecha, sin domicilio fijo, procesado por daños por imprudencia, comparecerá en término de diez días ente éste Juzgado para constituirse en prisión y demás diligencias acordadas.

Al propio tiempo, ruego y encargo a las Autoridades y Agentes de la Policía judicial procedan a su busca, captura y conducción a éste Juzgado de dicho procesado.

Santoña, 31 de Julio de 1926.- El Juez de Instrucción. Rodrigo Valdés.

Boletín Oficial de Santander, 1926

Prófugo

Teodoro Cuevas Alles, hijo de Santiago y de María, natural de Cobeña, Ayuntamiento de Cillorigo (provincia de Santander), de 22 años de edad, domiciliado últimamente en su pueblo (provincia de Santander), procesado por el delito de faltar a concentración, comparecerá en el término de treinta días ante el Teniente juez instructor del batallón de Cazadores de África, número 11, D. Joaquín Ibáñez Muñoz, residente en Larache, bajo apercibimiento que, de no efectuarlo, será declarado rebelde.

Larache, a 22 de mayo de 1928.-  El Teniente Juez Instructor, Joaquín Ibáñez.

Boletín Oficial de Santander, 1928

Boda

Han unido sus destinos con el indisoluble lazo del matrimonio en la parroquia de San Pedro de Bedoya, la joven Florentina Cuevas Gaipo y nuestro buen amigo Santiago Dobarganes Cuevas. Bendijo la unión el virtuoso párroco, don José Barrallo.

Apadrinaron a los novios el prestigioso Diputado provincial por Potes don Gerardo Cantero y la simpática señorita Gumersinda Piñal, firmando al Acta matrimonial los cultos maestros de Bedoya don Luis V. Fernández y don Maximiliano Montero, estando representada la autoridad judicial por el primero.

Terminada la ceremonia, los nuevos cónyuges, en unión de los invitados, se trasladaron a casa de los padres de la novia, donde se sirvió un delicado chocolate, y más tarde una suculenta y bien condimentada comida, a la que asistieron las señoritas María del Socorro y Julia Cuevas, Gumersinda García, Sabina Cuevas, Herminia Bustamante, Encarnación y Rosario Cuevas, Aquilina Rábago, Petra Cuevas, Avelina Cuevas, Evelia Arroyo, Cristeta Gaipo, Milagros y  Concepción González, que con su bondad y simpatía contribuyeron a dar más realce al acto.

El mismo día salieron los novios a hacer el acostumbrado viaje, verificándolo por la industriosa ciudad de Torrelavega y Santander. Deseamos a tan simpática parejita toda clase de felicidades, y reciban, en muestra de nuestra amistad, la más sincera felicitación.  

El Cantábrico, Junio de 1928

Accidente de moto

Un lamentable accidente más tenemos que sumar a los varios que van ocurriendo en Liébana durante el año en curso, y de los que hemos ido dando detallada cuenta a nuestros lectores, ocurriendo aquél en la forma que sigue: Por la carretera de Tinamayor a Palencia marchaba una motocicleta con sidecar, conducida por su dueño, el indiano de Colio, don Tomás Soberón. Ocupaban el vehículo de referencia, además del conductor, su padre don Juan Soberón; don Juan Díez y el maestro nacional de Colio, quienes, al parecer, iban en plan de darse un paseo.

Por la expresada carretera y en la misma dirección que la moto, marchaba el vecino de Bedoya, don Rogelio Gómez, que de regreso del mercado que semanalmente se celebra en Potes, iba conduciendo una vaca de su propiedad. Al llegar al kilómetro 413, la moto en cuestión, que marchaba a bastante velocidad, se metió por la vaca, atropellándola y rompiéndole una de las patas delanteras y de cuyo encontronazo la moto volcó, resultando padre e hijo con lesiones de pronóstico reservado.

Los demás ocupantes, o sea, el maestro y don Juan Díez, no sufrieron lesión alguna, siendo todos ellos conducidos a Potes en un automóvil que casualmente pasó por el lugar del accidente, en cuya villa fueron diligentemente curados y atendidos.

La moto es la matrícula de Santander y está señalada con el número 3710. Sin duda, el accidente fue debido a no obedecer los frenos de la motocicleta.

El Cantábrico, 1928

Monumento a Cristo Rey en el Cerro del Otero (Palencia)

Suscripción para el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús en el Cristo en el Otero de Palencia - Año 1928

Arciprestazgo de Bedoya:

- Bárago y su anejo Soberado, párroco y fieles, 31,35 pesetas.
- Bedoya, párroco y fieles, 104,00 pesetas.
- Trillayo, ecónomo y fieles, 46,90
- Salarzón, ecónomo y fieles 16,90
- Castro de Liébana, párroco y fieles, 36,50
- Viñón, ecónomo y fieles 59,50 pesetas.

El Día de Palencia, 1928

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Suscripción para el Monumento a Cristo Rey - Año 1929

- Colecta de la Parroquia de Bedoya 45,65 pesetas
- Colecta de la de Trillayo 5,70 pesetas

El Día de Palencia, 1929

Defunción

En Bedoya falleció a la avanzada edad de noventa y cinco años, el apreciable vecino de aquel pueblo don Jorge Cuevas. A pesar de la gran cantidad de nieve que hubo necesidad de hollar para asistir a su entierro, fue éste una verdadera manifestación de duelo. Reciban sus deudos nuestro Pésame.

El Cantábrico, Enero de 1929

Incendio en Trillayo

En Trillayo fueron destruidos dos pajares y cuadras, propiedad de los vecinos Pedro Cuevas y Pedro Gutiérrez. Perdieron éstos toda l ahierba que tenían para la alimentación de su ganado, y gracias al arrojo de sus convecinos, no perecieron abrasadas todas las vacas que tenían en los establos.
Las pérdidas son de consideración y para remediarlas, en parte, se ha abierto una suscripción entre los vecinos y amigos de los damnificados.

El Cantábrico, Enero de 1929

Fallecimiento

En Salarzón falleció el vecino del mismo y vocal de la Junta Administrativa de Bedoya don Santiago Dobarganes Cuevas. Era el finado persona de corazón bondadoso y carácter afable, que contaba, por éstas hermosas cualidades, con numerosas simpatías, como se vio en el acto del entierro, al que concurrieron muchísimas personas de los pueblos circunvecinos.

Descanse en paz el estimado amigo don Santiago Dobarganes Cuevas, y reciban su atribulada viuda y demás fmailia nuestro muy sentido pésame.

El Cantábrico, Marzo de 1929

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