El valle de Bedoya en la prensa. Año 1985 y 1986

Reseña de las noticias sobre el valle de Bedoya generadas en los años 1.985 y 1986, recogidas de la Revista "Luz de Liébana", donde nos da cuenta, entre otras diversas cosas, la trágica muerte de don Juan Alonso, parroco de Bedoya y la publicación de un libro sobre la apicultura.

Defunciones

Los familiares de Doña Jesusa Carrera Sánchez, fallecida el 6 de Noviembre de 1984 en Esanos, agradecen los testimonios de pésame recibidos.

Luz de Liébana, nº 282, de fecha Enero de 1985

Murió D. Juan Alonso, párroco de Tama y Bedoya

Alrededor de las 8,30 de la noche del jueves, el sacerdote lebaniego y Arcipreste de la Comarca, D. Juan Alonso Llorente, se disponía a cruzar la carretera, en la localidad de Tama (Cillorigo), cuando fue atropellado por un vehículo, causándole graves heridas que le produjeron más tarde la muerte.

D. Juan, había nacido en el pueblo de Pembes (Camaleño), el 24 de noviembre de 1911. Se ordenó sacerdote y durante la guerra civil, ejerció de capellán en el frente. De vuelta a Liébana, tuvo su primer destino en Lomeña, para en el año 1943 tomar posesión de la parroquia de Tama, continuando en la actualidad su labor pastoral, junto con los pueblos de Armaño, Viñón, San Pedro de Bedoya, Cobeña y Trillayo.

D. Juan, tuvo siempre una gran afición: Los bolos y gracias a su empeño y tesón, fomentó el deporte en las boleras de Tama, junto con D. Luis Cuevas. Formó pareja bolística con otro sacerdote lebaniego fallecido, D. José Parra, ganando muchos trofeos en las competiciones que se celebraban y siendo de los mejores en la especialidad con que ha contado la Comarca lebaniega. Actualmente, se acercaba a las boleras, para ver jugar a los aficionados.

D. Juan era muy apreciado por sus feligreses y por los habitantes de Liébana, que han sentido con gran dolor su fallecimiento.

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El pasado día 28 de febrero y a consecuencia de un accidente moría D. Juan Alonso Llorente, Párroco de Tama y Arcipreste de Liébana; casi cuando se disponía a entrar en su casa caía arrollado por un coche; de nada sirvieron los esfuerzos de los médicos para salvar lo que ya no tenía remedio, ocurriendo el fatal desenlace pocas horas después del atropello.

Era persona no solo conocida sino también querida; esto quedó de manifiesto en el multitudinario entierro que tuvo lugar en su parroquia de Tama, el día 1 de Marzo; tanto los sacerdotes lebaniegos como bastantes otros del resto de la Diócesis, se reunieron presididos por el Vicario General de la misma, a dar el último adiós al que hasta hace pocas horas era su compañero. Prácticamente de todos los pueblos lebaniegos afluyeron a su entierro, dando lugar a una comitiva impresionante.

D. Juan había nacido en Pembes (Camaleño), el año 1911, contaba pues 74 años de edad; y al pertenecer Liébana por aquel entonces a la Diócesis de León, había cursado en el Seminario de León sus estudios eclesiásticos. Toda su actividad sacerdotal la desarrolló en Liébana; sus primeros pueblos fueron Lomeña, Yebas, atendiendo también Caloca y Vendejo.

Era el año 1935 cuando fue ordenado sacerdote; poco después se vería obligado a dejar sus parroquias, para asistir como capellán a la contienda civil española del 1936. En el año 1943, hace por tanto 42 años, tomaba en posesión la parroquia de Tama, previo concurso de oposición. Liébana era su marco natural de acción pastoral, a pesar de las proposiciones que tuvo para salir de ella. A lo largo de sus años de sacerdote en Tama, tuvo que servir también varias parroquias: Bejes, Lebeña y últimamente atendía Cobeña, Trillayo, San Pedro de Bedoya, Viñón y Armaño.

Por tres trienios consecutivos, ocupó el puesto de Arcipreste de Liébana, prueba evidente de la confianza que tanto el Obispo como el clero lebaniego tenían depositada en él. Pertenecía también a varios Consejos Diocesanos, al Consejo Presbiteral representando al clero de Liébana, y al Consejo de Consultores de reciente creación, cuya misión es el asesoramiento y toma de decisiones en la Administración ordinaria de la Diócesis.

Luz de Liébana, nº 283, de fecha Marzo de 1985

Bautizos

Borja Cuadriello Conde, hijo de José María (Pumareña) y María José, natural de Potes, el día 19 de Marzo

Matrimonios

Pedro Antonio Bores Cuadriello (Castro), con María del Carmen Rodríguez Cuevas, descendiente de Pumareña.

Defunciones

Doña Francisca Ibáñez Cuevas, Cofrade de  la Santísima Cruz, falleció en Trillayo

Luz de Liébana, nº 284, de fecha Abril de 1985

Nuevo párroco

Don Desiderio deja las parroquias de Bedoya y los PP. Franciscanos se hacen cargo de Tama y Valle de Bedoya, junto con Colio y Viñón.

Luz de Liébana, nº 290, de fecha Noviembre de 1985

Año 1986
Don Vicente Vega ha escrito un libro sobre las abejas

En el panorama apícola regional Vicente Vega se erige como uno de los profundos conocedores de este especial grupo animal. La organización social de las abejas es una de las causas de admiración de este lebaniego, oriundo de México. La continua observación y el "cariño" hacia las abejas han dulcificado durante muchos años las dificultades de una vida difícil entre las montañas del valle de Bedoya, de donde Vicente apenas se ha movido desde su llegada a la tierra de sus progenitores. Su última realización ha sido un libro sobre las abejas.

Nacido un 22 de Enero de 1901 en la zona de Chiguagua, de padre lebaniego y madre mexicana, conserva Vicente el ritmo peculiar de habla de este país hermano y lo acentúa cuando habla de su infancia allá. "Mis padres tenían unos grandes almacenes de toda clase de cosas", afirma refiriéndose a la tienda en que se desarrolló sus primeros años. Fue la Revolución de Pancho Villa la que puso fin a un periodo de vida acomodada y la familia Vega, desposeída de su hacienda, regresa a España, y en concreto al pueblo natal del progenitor, Pumareña.

Contaba 10 años de edad y el brusco cambio culminaba en la dedicación a las labores del campo. La relación con la tierra y sus elementos naturales se acerca para concretarse a los 18 años.

LAS ABEJAS

"Iba yo con mi padre al monte y encontramos un enjambre.....". A partir de entonces, la ración de leche de la mañana iba acompañada de miel, base de una alimentación a la que Vicente otorga la cualidad de "una vida sana". Las circunstancias que hicieron incluir el preciado fruto del panal, arrancan al joven lebaniego a la búsqueda de una posibilidad más en ayuda de los ingresos familiares. "Las primeras colmenas que tuve vinieron del monte. Caminaba hasta las zonas altas, en donde localizaba enjambres en viejos árboles".

La aspiración de formar un colmenar está ya dibujada, pero son circunstancias de la guerra civil las que aparcan el proyecto que, posteriormente, cuajaría en una acreditada explotación apícola.

DE PROFESION ALBAÑIL

Los trabajos propios de la albañilería, con la especialidad de mampostero, fueron la dedicación fundamental de este lebaniego durante una dilatada vida circunscrita al valle de Bedoya. "Nunca salí de por aquí y en un tiempo perdí clientela porque subí el sueldo de siete pesetas diarias a ocho", afirma jocoso. "Estuve entonces trabajando a jornal en el campo", apostilla.

No obstante, la constante de la apicultura y los resultados positivos que de ella obtiene con el paso de los años, supone un aliciente para una vida dura, que pasa sus momentos álgidos con su inclusión en filas durante la guerra.

"Estuve destinado en Reinosa durante dos o tres meses", recuerda con gesto dolorido al confirmar que "tuve que escaparme porque me la tenían jurada y temí que me iban a matar". Tres días de camino a través de los altos de Saja, Carmona y la zona de Puentenansa tardó en llegar al pueblo, donde su esposa e hijos le suponían lejos. "Tuve que estar escondido en el pajar de la casa. El primero que me vio fue mi suegro", puntualiza reviviendo una escena comprometida por el temor a ser descubierto.

AUTOR DE UN LIBRO

La situación mejoró, y con una dedicación partida entre el campo y su labor de albañilería, Vicente Vega se dedica a la construcción de su colmenar. "Nueve años tardé en construirlo en este campo que me costó 15 ó 20 pesetas". Es a partir de esa consolidación, cuando observación y paciencia cristalizan en un librito sobre el tema: "La apicultura lebaniega", guía y resumen de las condiciones de la zona para este menester, junto a sabios consejos vertidos con la sencillez de los verdaderos conocedores.

Luz de Liébana, nº 295, de fecha Junio de 1986

Un súbdito alemán muere al despeñarse en la Peña de la Ventosa

Cuando practicaba el montañismo, el súbdito alemán Otto Abans Kohlerman, se despeñó en el lugar de Corroble, en el Pico de la Ventosa y en el término de Cobeña (Cillorigo). El súbdito alemán había construido un chalet en el pueblo de Cabañes y era un gran enamorado de Liébana. En el momento del fatal desenlace se encontraba acompañado de su hijo Felipe, que presenció la muerte de su padre.

Luz de Liébana, nº 296, de fecha Julio de 1986

Ángel Soberón, subcampeón de España de veteranos

El jugador lebaniego, Ángel Soberón, cuatro veces campeón de España de bolos en la categoría de veteranos, obtuvo el subcampeonato de la modalidad en la presente temporada jugando la final con el cántabro Manuel Cobo, que ya el año pasado se proclamara igualmente campeón.

Organizó el torneo la Peña Bellavista de Sarón, que lo hizo francamente bien. Cobo aventajaba en un bolo al lebaniego Soberón al llegar a la final, lo que motivó un gran interés por parte de los aficionados que no desapareció hasta jugarse la última bola, logrando el campeón 134 bolos y Ángel Soberón 126.

Luz de Liébana, nº 298, de fecha Setiembre de 1986

Datos recopilados por José Angel Cantero Cuevas en el año 2018

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