El valle de Bedoya en la Revista "Liébana Mensual". Año 1979 En el año 1979 la Revista "Liébana mensual" nos cuenta sobre Bedoya, entre otras cosas, una exposición de frutos de la huerta en Esanos, las cacerías del año, algunas bodas y sendas entrevistas a dos vecinos del valle. |
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CLAUSURA EN ESANOS DE UN CURSO DEL CENTRO MOVIL DE DESARROLLO COMUNITARIO Es creencia muy generalizada de que a quienes escribimos se nos invita a cuantos actos de carácter público se lleven a cabo; nada más contrario a la verdad, si bien tal falta de invitación no es lo suficientemente para considerarlo como norma. Supimos que en Bedoya, en Esanos concretamente, tendría lugar un acontecimiento local de importancia, y con tal motivo nos trasladamos allí. Días pasados fue clausurado un curso impartido por el Centro Móvil de Desarrollo Comunitario comenzado en el pasado mes de Octubre. Nos enteramos los de “LIEBANA MENSUAL” y allí nos desplazamos. El ambiente era festivo en extremo y la presencia de gente de todos los pueblos del Valle fue masiva. Las clases habían sido impartidas por las monitoras señoritas Pilar de la Maza, María del Rosario Salceda, Mari Fernanda de la Lama y otras, con la colaboración entusiasta de la maestra de la localidad. Presidió el acto el Delegado Provincial del Ministerio de Agricultura don Valentín Almansa, quien estuvo acompañado del secretario del Ministerio de Educación y Ciencia y el coordinador de los Centros Culturales; mientras que en la representación local se encontraban los alcaldes de Cillorigo y Cabezón de Liébana y el Presidente de la Entidad Menor de Bedoya. Comenzaron los actos con la representación, por ocho niños de la localidad, de una obra de teatro leído "La bruja sin escoba", que hizo las delicias de pequeños y mayores por la perfecta dicción y lo bien llevado del tema. Otro grupo de la grey infantil interpretó distintos villancicos, mientras que los mozalbetes cantaron y danzaron con entusiasmo y buena conjunción de voces y compases. Seguidamente el numerosísimo público pasó a visitar la exposición instalada en la parte superior del Centro Cultural, donde pudimos contemplar innumerables obras artísticas o artesanas de la más variada gama, que despertaron los más entusiastas elogios. Tras recorrer la citada muestra, los asistentes fueron obsequiados con un exquisito lunch ya en los salones de la parte baja del edificio, momentos antes de que el Delegado de Agricultura pronunciara unas palabros de salutación al vecindario, recalcando el interés que tiene para los pueblos estar unidos para llevar a cabo realizaciones de orden comunitario como aquella que acababan de contemplar, "que dice mucho del entusiasmo de estas gentes laboriosas cuyo ejemplo debe extenderse y cundir en bien de todos los pueblos”. A continuación damos una relación de las mujeres que presentaron, tras haber seguido el curso, los trabajos realizados a la exposición. RELACION DE EXPOSITORAS Esperanza Soberón Vega, Alicia Gómez González, Leonor Cantero Lamadrid, Gumersinda García Gaipo, Inés González Gutiérrez, Sabina Cuevas Alonso, Felisa Cuevas Soberón, Consuelo Gaipo Cortines, Regina Santervás Gómez, Socorro Gómez Belsol, María Luisa Prellezo Santervás, Aurora Prellezo Santervás, Natividad Gómez Mayo, Máxima García Soberón, Milagros Monasterio Torre, Concepción Payno de Miguel, Angeles Gaipo Prellezo, Carmen García Caviedes, Trinidad Cuevas Cuevas, Isabel García Galnares, Pilar Alvarez Santervás, Elvira Fernández Gómez, Celia Cuevas Vega, Rosa Gómez Cuesta, Marina Galnares Lamadrid, Concha Cuevas Fernández, Consuelo Alvarez Lamadrid y María Jesús Cuevas Cuevas. GANZA Liébana mensual nº 9, de fecha Febrero de 1979 |
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Fin de la temporada de caza Para unos han rodado las cosas bien; para otros medianamente y para el resto pésimamente, pero sobre todo no ha habido desgracias personales que lamentar, lo que indica el buen grado de preparación de que gozan las diferentes cuadrillas de caza que semanalmente, mes a mes, gozan de este maravilloso deporte con mayor o menor número de piezas cobradas a final de temporada. PARA TODOS SIN EXCEPCIÓN, MI MÁS SINCERA Y CORDIAL ENHORABUENA. Podemos, por tal motivo lo hacemos, echar las campanas al vuelo por los resultados obtenidos por la cuadrilla de Caza de Cástor Gutiérrez, de Bedoya, quienes por número de piezas y pesos se han alzado con el campeonato de la temporada recién finalizada, con lo cual y por un año más se queda dicho premio dentro de la región, lo que acredita la profesionalidad que existe en ésta zona para estos menesteres. Para ti Cástor y para vosotros, componentes de esta gran cuadrilla, amigos todos míos, mi felicitación más distinguida, y que el ánimo no decaiga para las próximas temporadas. Liébana mensual nº 9, de fecha Febrero de 1979 |
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Boda En la iglesia del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, lugar donde se guarda el trozo mayor de la Cruz de Cristo, se han unido en santo matrimonio la señorita María Socorro Gómez Belsol, de San Pedro de Bedoya, con don Moisés Díez Fernández, de Salces. Terminada la ceremonia nupcial, los novios y los numerosos invitados al acto, se trasladaron a Cosgaya donde les fue servido el banquete de bodas en el hotel “El Oso”. Liébana mensual nº 10, de fecha Marzo de 1979 |
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De nuestro redactor enviado especial CANTABRETA Me veo en la necesidad de ampliar este artículo, ya que como se decía en nuestro número de Marzo, con fecha 15 del mismo mes se procedería a la entrega de los trofeos a las cuadrillas ganadoras en el Restaurante “Los Molinos”, de Puente Arce, en la cual he tenido el gusto de participar una vez más, aunque esta vez, eso sí, como invitado y derrotado, pero con la misma ilusión que en años anteriores. En primer lugar y como era de esperar le fue entregado el trofeo de cuadrilla ganadora a la número 31, capitaneada por D. Cástor Gutiérrez, de Bedoya, con lo cual y como todos ya sabíamos con anterioridad, no se hizo más que lo que se debía. Liébana mensual nº 11, de fecha Abril de 1979 |
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Joaquín Soberón (Quín) Frente despejada, mirada penetrante y suspicaz, inteligencia clara y descripción de sus vivencias con exceso de hipérbaton que no superaba el mismo Góngora; pero que hace su charla amena por lo ingeniosa; picaresca como la vida del Buscón. Le entramos. De momento, no quiere: Su excitación, tal vez por ser amigos, se atenúa. Late en su alma el deseo de referir mil problemas surgidos en su vida; la actitud suya, acaso tenga bastante de respuesta a una especie de "opresión" a la que en su forma se refiere. A MODO DE BIOGRAFIA "Año cuarenta y cinco yo pasa hambre, sufre. Llevan cárcel por incendio pajar. Rompe tabla, salta, escapa pero pescan y llevan prisión Santander". INSÓLITO CAZADOR Me parece que Pumareña, donde vive Quin, es el único pueblo de la tierra que no debe tener gatos; o serán más astutos que las mismísimas serpientes para sobrevivir: Y CULEBRAS Y RATONES..... Su deficiencia auditiva le ha agudizado, sin duda, la sensibilidad de otros sentidos. Nadie como Quin es capaz de capturar más topos, más serpientes, más truchas a mano (esto ya pasó, que no queremos que le persigan los guardarríos). Merecería un premio por su habilidad más que una vigilancia pertinaz; vigilancia por sus pequeñas fechorías. ¿Cómo cazas las culebras? Es curioso, Joaquín es un gran creyente, jamás blasfema; cuando emplea un término fuerte, con el mismo da más vida a la oración en su relato (al sintagma, nos dirá un estudiante). Su habla es contagiosa, nosotros mismos, como un indio siux, ya nos despedimos con algo así como: "Nosotros apreciar habilidad tuya......, haz para foto cara sospechosa, ver gente amigos tuyos". Usando mucho entonces los infinitivos. Reconociendo la habilidad sin igual de este hombre de Pumareña, un poco si se quiere raticida, topicida, oficida, truchicida si el lector me lo permite. Pero ante todo, sobre todo una inteligencia poco corriente que acaso más cultivada hubiera dado un Einstein o algo parecido. Ganza Liébana Mensual, nº 12 - Mayo 1979 |
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El arte lebaniego en el Museo Diocesano Gran parte del arte artístico escultórico lebaniego se puede contemplar en su lugar de origen. Sin embargo, existen piezas de indudable valor que se encuentran en casas rectorales, traseras de iglesias, incluso en casas particulares, fuera del culto y perdido su valor histórico-artístico ya que no pueden ser admiradas por el público, con el consecuente agravante de estar dispuestas a la desaparición y al olvido. Por ello y para que todos tomen conciencia y defiendan su patrimonio, presentamos una relación de las obras que allí están expuestas en calidad de depósito. Del valle de Bedoya están las siguientes obras: Salarzón: - Estuche de cáliz de madera Trillayo - Ángel, del siglo XVIII (Datos aportados por D. Enrique Campuzano) Liébana Mensual, nº 12 - Mayo 1979 |
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Boda En la iglesia del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, lugar donde se venera el “Lignum Crucis”, se han unido en matrimonio la señorita doña María Esperanza Pardueles Peña con don Ramón Abascal Pérez. Apadrinaron a los nuevos contrayentes doña Lupiana Pérez, madre del novio y don José Gabriel Peña, tío de la desposada. Terminada la ceremonia religiosa, el nuevo matrimonio y los numerosos invitados al acto, se trasladaron a Potes, donde les fue servido el banquete de bodas en el restaurante “Picos Valdecoro”, de ésta localidad, para seguidamente emprender el tradicional viaje nupcial por diversas capitales de España. (Foto Nacho) Liébana Mensual, nº 17, de fecha Octubre 1979 |
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LA ENTREVISTA DEL MES - JUAN VEGA Iban andando a Potes un lunes, como se hacía antes, su primera esposa, a la sazón gestante, en compañía de varias vecinas de Bedoya. Era el año 36. Laura Pérez, que así se llamaba su primer cónyuge, fue atropellada por un automóvil. Y en las entrañas de Laura, ya madre de una niña que en la actualidad reside en Montevideo, determinaron tras la autopsia los forenses que se hallaban dos fetos casi término con esa vida real que existe dentro del claustro materno y a la que contestatarios poco escrupulosos de hoy no darían la importancia que tiene, al margen de la conciencia y la moral que progresivamente se están degradando. Laura y lo que iba a ser el fruto de su concepción fallecieron casi en el acto. Mil perdones por tanto divagar: la historia que vamos a referir, tan palpitante sencilla, tan delicadamente humana, tenía y tiene otros comienzos. Juanito Vega Sánchez había nacido en 1911 de padre lebaniego y madre mejicana en el pueblo de Tama. Y es que su padre, tras cumplir la “mili”, había buscado nuevos horizontes emigrando al país azteca donde contrajo matrimonio con una nativa, pero tras unos años de residir allá, decidió volver a la tierruca de sus amores y con su esposa estuvo un tiempo en la capitalidad de Cillorigo para trasladarse más tarde a Bedoya. Los comienzos de una vida Juan Vega fue un alumno más en la escuela rural, ¿muchos años? A los trece tuve que abandonar las enseñanzas; éramos muchos hermanos, había que trabajar. Comencé como “pinche” trabajando en las obras. Me parece que nos pagaban por la larga jornada cuatro pesetas diarias. Pero eso de tener unos ingresos para llevar a casa, me alegraba muchísimo. Más tarde, con mi hermano Vicente, comencé el oficio de cantero-mampostero dos años más tarde, esto es cuando tenía quince. Entonces cobrábamos “nada menos” que seis pesetas. ¿Todo el tiempo continuaste en el oficio hasta la jubilación? La guerra me interrumpió éste trabajo que tanto me gustaba, a pesar de la dureza del mismo y de los terribles fríos que se pasan al manejar la herramienta helada en los meses de invierno. Me tocó luchar en los dos campos y mejor es no referir aquellos sufrimientos que Dios quiera que no se repitan. Juan rehízo su vida: contrajo matrimonio con una prima de su anterior esposa, con Oliva, con quien desde entonces comparte sus alegrías y tristezas. De ésta segunda unión vienen cuatro hijos, la mitad varones y la otra mujeres y ello ha sido un paliativo en esa lucha laboral incansable de más de medio siglo de batallar. El trabajo y su huella Alguien escribió: “Hoja en que estampo mi nombre / tú me sobrevivirás / ¿qué vale ¡ay! la vida del hombre / cuando un papel dura más?”. Y si cierto que un escrito tiene esa perennidad, no lo es menos que los cinceles deberían grabar esas obras, a la vez enormes y sencillas, hechas en la piedra calcárea o granítica. Por ello, le preguntamos sobre algunas realizaciones que ahora recuerde. ¿Tus obras? Hablaste de Santo Toribio, ¿subes mucho?. Tiene que haber un motivo muy especial para que pierda la “vez”. Muchísimos años lo hice a pie; ahora como las piernas pesan más, lo hago en la línea. Una cosa le hubiera gustado a nuestro entrevistado: conocer la patria de su madre, pero nunca pudo realizar el sueño de besar aquella bandera ornamentada con el Águila y el Nopal…., aunque nunca es tarde. Carlos Ganza. Liébana Mensual, nº 18, de fecha Noviembre 1979 |
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Datos recopilados por José Angel Cantero Cuevas en el año 2018 |
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