Cuadrilla 31

La cuadrilla 31 empezó la temporada con cinco jabalís

Por fin y después de muchos avatares, se volvió a reunir la cuadrilla 31 para celebrar un día de caza. Hoy toca cazar en el lote de Cuesta Bernizo, que empieza por la zona Lomeña y llega hasta Vendejo. En principio es un buen lote que los cazadores afrontan con optimismo, aunque la mañana no se presentaba muy buena. Una fina lluvia, con una pertinaz niebla, dificultó bastante el discurrir de la cacería.

A las ocho de la mañana ya estaban los cazadores en la Viñona, lugar de reunión para presentar las acreditaciones y recibir las órdenes del jefe de la cuadrilla que es Juan Carlos Gutiérrez. "Por la mañana vamos a cubrir desde la carretera de Vendejo hasta la riega de Valnerio. Los monteros van a entrar por detrás del Ayuntamiento de Pesaguero y por el puente de Vendejo".

Al poco tiempo de mandar Juan Carlos que entrasen los perros, éstos no tardaron en coger demanda. Eran los sabuesos de Berto el de Pumareña que hoy estaba de invitado, los de Carlos el de Viñón y los de Mente de San Pedro. Llevaban un jabalí que emprendió la marcha asustado de tanto enemigo que llevaba detrás. El marrano llegó hasta la plantación de Valnerio donde estaba Tino, el de Frama, que hoy estaba de invitado. Tino avistó al jabalí unos cuantos metros antes de ponerse a tiro. Tuvo la serenidad suficiente para esperar a que se acercase y cuando le tuvo en la mira no dudó un soltarle el primer disparo. El marrano se dio un revolcón pero a trancas y barrancas continuó su marcha. Un segundo disparo fue suficiente para que quedase a merced de los perros.

A media mañana fueron, en esta ocasión, los perros de Roberto y David los que levantaron encima de la carretera de Vendejo. Salieron dos jabalís, uno de ellos fue derecho donde se encontraba Luis (Chomi) que de un único disparo le paró los pies. El otro logró salir indemne de la refriega.

De nuevo los perros de Mente volvieron a calentar motores sacando de su encame a un buen ejemplar que llegó donde estaba David Bulnes, el de Los Cos, que no dudó en hacerle un par de disparos para deleite de los perros.

Encima de Vendejo también levantaron los perros de Oscar, de Turieno. "Atentos abajo, atentos que baja pa la carretera. Es muy buenu....", se desgañitaba Oscar por la emisora. Efectivamente, muy cerca de la carretera estaba Celín que le vio bajar a toda velocidad, pero eso no fue óbice para verle rodar unos cuantos metros después de probar la pólvora del cazador. Era yo el cuarto de la jornada y había que parar para cambiar los puestos pues era ya mediodía.

"Vamos a echar desde la riega de Valnerio hasta la pista de Horres a Coturraso", les informaba el jefe de la cuadrilla. Cuando estaban ya dispuestos a hacer el cambio, el invitado Tino percibe a lo lejos el chasquido de hojas y leña. El cazador se para, deja de respirar y pone todos los sentidos en alerta. Cuál no sería su sorpresa cuando ve aparecer un hermoso jabalí que venía sin perros hacia su dirección. Un único disparo fue suficiente para lograr el quinto de la jornada, segundo de su cosecha. ¡¡¡Buen día tuvo hoy Tino...!!!.

Después de cambiados los puestos, los monteros entraron por la parte alta del monte y poco tardaron en levantar más jabalíes. Salieron varios marranos que tomaron rutas en distintas direcciones. Algunos se escaparon del lote sin que les pudieran tirar y otro llegó hasta la riega Valnerio donde Diego le dejó herido. "Traed los perros que va dejando sangre...", avisaba Diego. Metieron los perros, pero no se pudo cobrar, quedó en el monte para nuevas refriegas.

Así se dio por finalizada una entretenida cacería, donde los perros pudieron trabajar a su gusto y los tiradores también tuvieron sus oportunidades, pero unas veces por la niebla, otras por poco acierto y otras por no estar suficientemente atentos, dejaron parte de la "cosecha" en el monte. Pero no estuvo mal, a esto se apuntarían muchos.