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El valle de Bedoya en la Revista "Liébana Mensual". Año 1980 En el año 1980 la Revista "Liébana mensual" nos cuenta sobre Bedoya, entre otras cosas, la inauguración y bendición de la nueva iglesia de Cobeña, así como una pequeña biografía de la vecina de Pumareña, doña Rosa Mayo...... |
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Problemas con el teleférico Con ésta sorprendente esquela encabezaba la revista “Liébana Mensual” su número de Enero de 1980. El motivo se debía a los problemas surgidos con el funcionamiento del teleférico de Fuente Dé, que había tenido una avería y que llevaba ya varios meses sin funcionar, lo que suponía un gran quebranto económico para la región lebaniega. Así lo denunciaban los Alcaldes lebaniegos, que hicieron un comunicado, dirigido a la Excma. Diputación Provincial y a Cantur, dando las quejas. Por este motivo la revista “Liébana mensual” publicó satíricamente ésta reseña en su portada, significando y haciendo pública la preocupación lebaniega por los aplazamientos de fechas y por el retraso con que se ha llevado a cabo la reparación de la avería del teleférico, lo que conlleva un malestar y un pesimismo inmenso en todos los lebaniegos. |
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Caza Cuando nos encontramos a escasas jornadas para la finalización de la caza mayor en la reserva nacional de Saja, en su especialidad de jabalí, se vislumbra a los componentes de la cuadrilla de Cástor Gutiérrez, de Bedoya, como campeones de dicha temporada. En su última batida, en Bicobres Norte, abatió a cuatro jabalíes y se alza con el primer puesto de la clasificación. Esperemos que al final lo consiga, igual que lo consiguió la temporada pasada, siendo la honra de todos los lebaniegos éste liderazgo. Liébana Mensual, nº 20, de fecha Enero de 1980 |
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GUARDA BRUTALMENTE AGREDIDO EN NUESTRA ZONA Lo que a primera vista pareció un suceso aparentemente sin mayor importancia por habérsenos presentado como simple altercado entre un guarda y un furtivo, ha pasado a los anales de la caza en esta especialidad de furtivismo como brutal agresión en la persona del guarda Cecilio Cuevas, de un pueblecito de Bedoya, que a punto ha estado de costarle la vida a no ser por el mal acierto del supuesto furtivo cuando le lanzó unas piedras con la peor intención, si bien esto no fue óbice para que le aplicara después una buena paliza a golpe de garrote sin el menor escrúpulo ni respeto a la vida humana, máxime cuando el referido Cecilio Cuevas estaba cumpliendo con una obligación para la que esta encomendado. Esperamos amigos guardas y cazadores en general que casos tan viles como el apuntado no vuelvan a ocurrir en nuestra comarca, por el buen nombre y reputación de todos los que poblamos la misma. Liébana Mensual, nº 20, de fecha Enero de 1980 |
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| Fallecimiento Falleció en Esanos el reverendo D. Benigno Verdeja González, párroco de Bedoya, a los 75 años. Liébana Mensual, nº 21, de fecha Febrero de 1980 |
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IGLESIA DE COBEÑA
Por expreso deseo del indiano de este pueblo don Primo Cuevas Alles, en tantas ocasiones benefactor del pueblo que le viera nacer, se ha construido esta nueva iglesia en vez de restaurar la vieja, cuya reparación hubiese sido más costosa y de resultados más dudosos por el fallo de un importante muro sobre el que se apoyaba. Ya casi rematada la nueva obra, Carlos Ganza obtuvo del templo esta foto donde la armonía se entremezcla con el modernismo funcional de la misma. Liébana Mensual, nº 22, de fecha Marzo de 1980 |
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Nombres propios: Doña Rosa Mayo Nació doña Rosa, no en la primavera que nos rememora su nombre y nos asocia en la idea su apellido. Nació cuando moría un frío mes de Diciembre del año 1886. Casada y hoy viuda de don Laureano Gómez, con quien hace 68 años contrajo matrimonio en la parroquia de San Pedro de Bedoya, tiene siete hijos, algunos de ellos destacados en el mundo cultural, y vive en la actualidad en Pumareña rodeada de una hija, un yerno y la familia de ambos. El origen y su venida a Liébana De niña comenzó a aprender las letras en Villavante y a los 17 años se hizo "ama de cura", precisamente asistiendo en las distintas parroquias que desempeñó su ministerio don José Barrallo, tío carnal de la entrevistada y que fue sacerdote con ejercicio en Bedoya, en donde se tienen de él dos recuerdos: su saber y su temperamento fuerte y vivo. Su actividad en Liébana, y fuera de ella, fue enorme: cientos de veces fue a Castilla para adquirir productos ya comprados o adquiridos mediante el cambio, por ejemplo, de aguardiente por patatas. O a Panes para llevar a efecto el trueque. O a Dobres para adquirir simientes de aquella alta localidad lebaniega. Y los lunes, cómo no, a Potes para vender las plantas de los semilleros. Por todo este diario quehacer, que es un ejemplo de madre y ama de casa, no fueron suficientes para frenar la afición a la lectura que dominaba a doña Rosa. Las revistas, El Santo por ejemplo, los libros sobre mil temas, la prensa diaria, han sido su afición predilecta. Desde no hace mucho la lectura la hace con gafas, pero no es lejano el día que su vista, mirada profunda de mujer cultivada, la permitía la lectura sin el uso de medios ópticos. Lectora incansable que la ha formado en tal medida que sus temas de conversación se hacen sumamente amenos. Júpiter y Mercurio Vivía nuestra entrevistada en un pequeño pueblo palentino con su familia y con el sacerdote, su tío don José. Una tarde los cielos se enturbiaron. La amenaza de tormenta amedrentó al vecindario, el aire se hizo violento y cambiante; las nubes del color del plomo. Don José se afeitaba en el antiguo palanganero ante el espejo; un rayo penetró por la ventana, o tal vez por la chimenea, descargando su voltaje sobre el espejo en el que se miraba el sacerdote, según dicen atraída la corriente por el azogue (metal) del mismo. Saltaron los vidrios como una bomba, con tanta mala suerte que algunos de ellos penetraron en un ojo del cura, vaciándole el mismo. Él mismo lo dijo con voz patética: "he perdido la visión por éste ojo, ya no tiene remedio". Y la señora Mayo, conmocionada por los efectos de la descarga, tardó en recuperar su conocimiento. Es una anécdota, triste en este caso, de las muchas que nos puede contar la mujer que hoy ocupa nuestra sección de "Nombres propios". Aunque nació en Santa Marina del Rey, allá en la limítrofe provincia leonesa, doña Rosa se siente lebaniega: son muchos años por nuestras tierras, concretamente por el valle de Bedoya, en donde se la admira, quiere y respeta. Es una señora en todo, y esto será lo que la ha atraído las simpatías de sus convecinos. Nos ha hecho una demostración de cómo lee los titulares de la prensa sin lentes, claro que ya solo los titulares; para la letra menuda emplea una lupa o unas gafas, pero no es poco todo ello si recordamos su proximidad al cumplimiento de un siglo, al que sin duda llegará y tal vez a "Abuela de la Montaña", dada sus facultades y vitalidad. Y que así sea. Carlos Ganza. Liébana Mensual, nº 23, de fecha Abril de 1980 |
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Premio En la Feria-Exposición de ganados que tuvo lugar en Potes, en la categoría de Vacuno Raza Pardo Alpina, machos de uno a dos años, obtuvo un premio D. Lucinio Blanco, de Salarzón, consistente en un trofeo de la estación de Servicio Liébana y 2.000 pesetas. Liébana Mensual, nº 24, de fecha Mayo de 1980 |
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En la iglesia parroquial de Potes tuvo lugar la Primera Comunión de los niños Ana María y Francisco Juan Fernández Vega, hijos de Máximo y Ana María (Pumareña). Recibieron el Pan de los Ángeles de manos del párroco de la villa D. Felipe Lamadrid. Al término de la ceremonia eucarística se reunieron con los nuevos comulgantes, padres, abuelos, tíos y demás familia en un restaurante para celebrar tan fausto día. Liébana Mensual, nº 25, de fecha Junio de 1980 |
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Notas brillantes El deseo de rendir, con la atención que lleva aparejada, con la inteligencia, que es cuestión aparte, puede verse reflejado en la relación que hemos podido obtener de los medios académicos del Instituto “Jesús de Monasterio”, de Potes. Con nuestra felicitación más cariñosa a éstos estudiantes, damos la relación de los alumnos más brillantes: Liébana Mensual, nº 26, de fecha Julio de 1980 |
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El Sr. Obispo bajo el arco en Cobeña
Bendiciendo la nueva iglesia |
Bendición e inauguración del nuevo templo de Cobeña Con asistencia del Obispo de la Diócesis Monseñor Del Val, a quien acompañaban numerosos sacerdotes, tuvo lugar el pasado día 22 de junio, la bendición e inauguración del nuevo templo parroquial del pueblo de Cobeña (Castro Cillorigo), gracias al benefactor de este pueblo don Primo Cuevas Alles, así como la estimable colaboración de todo el vecindario. 3 LOS ACTOS A las seis y media de la tarde llegó Monseñor Del Val, quien fue recibido por el Ayuntamiento en pleno, Junta Vecinal, sacerdotes y numerosos fieles. Revestido de pontifical el señor Obispo procedió a la bendición del templo rezando las preces de ritual propias del caso. Concluida esta ceremonia dio comienzo la santa misa que concelebraron con el Prelado la casi totalidad de los sacerdotes lebaniegos, mientras el nuevo templo era insuficiente para albergar a tantos fieles lo que hizo que fueran muchos los que tuvieron que seguir la liturgia a través de altavoces. Al Evangelio el Obispo expuso la significación del acto señalando la importancia del mismo. El templo, dijo, es el lugar donde tos católicos se reúnen para orar, sin embargo la Iglesia somos todos y en todos los sitios debemos dejar constancia de nuestra fe. Una vez terminada la misa, la juventud dedicó a Monseñor Del Val diversos cánticos para a continuación pasar todo el pueblo y visitantes a tomar un vino español, obsequio de todo el vecindario. Bien entrada la tarde dio comienzo una estupenda verbena y la alegría siguió hasta altas horas. En suma, una jornada de profunda religiosidad la que vivió este pueblo de Cobeña, quien en este día alcanzó una de las metas más ansiadas. Liébana Mensual, nº 26, de fecha Julio de 1980 |
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En la pasada festividad del Corpus, en la iglesia parroquial de San Pedro de Bedoya, recibieron la sagrada Comunión de manos del párroco D. Juan Alonso Llorente, los niños de Pumareña Elena y José Miguel González Vega, de nueve y siete años de edad, respectivamente, hijos de nuestros amigos de aquella localidad don Miguel y doña Elena. Finalizada la ceremonia, celebraron un banquete familiar. Liébana Mensual, nº 27, de fecha Agosto de 1980 |
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Joaquín Soberón, o "Quín" el de Pumareña, es siempre viva actualidad. Ahora, su última aventura cinegética ha sido la captura de un bello ejemplar falcónico, un bordillo. Como a este ejemplar cazador le gusta cuidar a los animales que somete al cautiverio, "Quín" captura culebras, como la que ilustra el grabado, para alimentar al ave de rapiña. Por cierto, que ya lleva veintitrés culebras capturadas, así como un gran número de lagartos para surtir al pájaro. Y lo que no sabemos es qué alimento le dará cuando pase el verano y los reptiles no hagan acto de presencia, pero lo cierto es que ahora el bordillo que tiene en su mano, está más que alimentado. "Siempre bordillo espera yo llama. Parte culebra y come. Mucho gusta, más que otra comida", nos ha informado. Carlos Ganza Liébana Mensual, nº 28, de fecha Setiembre de 1980
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FIESTA EN PUMAREÑA Repitiéndonos en los temas de fiestas, digno de destacarse fueron las que tuvieron lugar en San Miguel, en Pumareña. Actos religiosos y profanos abundaron sobremanera gracias a la unidad reinante no solo en el pequeño pueblo, sino en el valle entero. Digno de destacar fue el tradicional concurso de bolos, deporte vernáculo al que Bedoya es tan aficionado, si bien en ésta ocasión no fueron los de allí quienes llevaron el gato al agua, y es que Patricio Agueros, de Cabañes, pueblo que lleva la palma en este bello deporte, se alzó con el triunfo final: un trofeo y dos mil pesetas para “Pacho” y la alegría compartida por sus convecinos del otro lado del Deva. Segundo en la competición fue Seín, el de Potes, a quien siguió Andro Alonso, también de la capitalidad lebaniega y con el cuarto premio trofeo y aplausos Angel Martinez o, para que ustedes le conozcan mejor, Angelín el de la Gasolinera. Liébana Mensual, nº 29, de fecha Octubre de 1980 |
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Y ya que va de pesca, aquí tenemos a un afortunado paisano nuestro que tiene su residencia, por cuestiones de la alubia, en México, al cual bien lo podríamos cantar eso de “entre las anguilitas hay un pez gordo”. Y ese pez es precisamente el que nos muestra tan orgullosamente Federico Cuevas, de San Pedro de Bedoya, el cual en su día capturó ésta anguila en el Riosanto, la cual pesó sus buenos 1.000 gramos. Enhorabuena y que la fortuna te siga sonriendo en todos los campos, amigo Fede. Liébana Mensual, nº 29, de fecha Octubre de 1980 |
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Datos recopilados por José Angel Cantero Cuevas en el año 2018 |
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| Resolución recomendada:1024x768 | En Internet desde: 26-01-2.004 |
En el próximo mes de Junio, Dios mediante, y por el señor obispo do la Diócesis, será consagrado el nuevo templo parroquial de Cobeña, que sustituirá al viejo y ya deteriorado de este lugar de Bedoya.
Mira lector: decir que cada ser tiene una vida es tan absurdo que no merece la pena repetirlo. Y cuando esa vida cuenta con noventa y tres años, con lucidez, con talento y memoria, ésa vida, repetimos, cobra encanto. ¡Oh, sublime facultad de evocar recuerdos!. 
Primera Comunión
Primera Comunión 
