Fiesta del orujo 2.006
"Valle de Bedoya" ganadora de la Alquitara de Oro 2.006 Tasín fue el gran triunfador en su primera comparecencia en el Certamen |
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Visiblemente emocionado y con la sensación de «llegar y besar el santo», Eustasio Cuevas -más conocido como Tasín-, subió al escenario a recoger la Alquitara de Oro 2006, después de que el notario de Potes anunciara que "Valle de Bedoya" era merecedora de la distinción. «No me lo esperaba. Fíjate que cuando han dicho el ganador yo estaba poniendo unos chupitos y ni me he enterado. Cuando me han dicho que habíamos ganado no me lo creía. Han tenido que venir a buscarme», comentaba Cuevas al tiempo que recordaba que es el primer año que se presentan y que lo han hecho «porque el público nos ha 'obligado'. No hacían más que decirnos a mis hermanos y a mí que el orujo de "Valle de Bedoya" era muy bueno y por eso nos dijimos ¿a ver qué pasa!». Con la Alquitara de Oro en la mano, Tasín recordaba todas las noches que ha pasado sin dormir «porque este trabajo da muchas preocupaciones y hay que invertir mucho dinero. Ahora tengo la sensación de que ha merecido la pena». Junto al alcalde de Potes, Alfonso Gutiérrez, el consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Francisco Javier López Marcano, fue el encargado de entregar este premio, pero antes quiso felicitar a los lebaniegos por tener, según dijo, «una singularidad que no tienen las gentes de otros lugares y es que los lebaniegos siempre vuelven a Liébana. Felicidades por ese carácter luchador, ese carácter emprendedor y solidario que va más allá de los afanes singulares». Sin renunciar a sus orígenes torrelaveguenses, Marcano afirmó que «soy uno de los lebaniegos más lebaniegos de Liébana» y, para concluir, el consejero recordó «unos versos que bien podrían ser una premonición de lo que hoy es el Lignum Crucis y que escribió Gerardo Diego: Santo Toribio de Liébana. Santo Tirso, 'Santotís', y el Santo de la Calzada y San Francisco el de Asís: cuatro Santos la llevaban por las calles de Madrid». Folclore y una exposición Tras la entrega de la Alquitara de Oro, la fiesta continuó en La Serna hasta la hora de comer. Allí se dieron cita muchos grupo folclóricos que, como ya habían hecho el sábado, volvieron a vestirse con los trajes típicos. Entre ellos destacaban varios de los miembros de la Asociación de Amigos del Traje Regional de Cabezón de la Sal que afirmaban que «este año ha habido más gente que otros». «Habrá influido que ha hecho muy buen tiempo pero también que con la celebración del Año Santo, Liébana está de moda», decían Ascensión Portugal y María Josefa Fernández. Esta última vestía un traje de pasiega que portaba un cuévano y comentaba que mucha gente se le acercaba a preguntarle para qué servía y hacerse fotos. Ayer muchos curiosos se acercaron hasta el Centro de Estudios Lebaniegos para visitar la muestra de fotografías de Toni Catany que el consejero de Cultura había inaugurado esa misma mañana. Bajo el título de 'Liébana infinita', las 125 instantáneas del artista mallorquín permanecerán expuestas en este centro de Portes durante los próximos meses. Chupitos y borono Mientras las actuaciones se sucedían en el escenario, el público degustaba borono con repinaldas y los vasos de chupitos corrían de mano en mano por la carpa de La Serna. Álvaro García, Víctor Muñoz e Iker Cid tomaban unos orujos mientras comentaban que este año ha habido muchos controles de alcoholemia y eso ha hecho que la gente no haya cogido tanto los coches por la noche. «A la fuerza ahorcan», decía Iker al tiempo que sus amigos destacaban que «como se vio el sábado por la noche, los jóvenes estamos cada vez más concienciados con el tema de no coger el coche si se ha bebido».
(El Diario Montañés y Alerta 13-11-06) |