La Santuca y los bolos

Por todos es conocido la devoción que los lebaniegos profesamos a la Santuca, nuestra patrona. Todos los años y desde tiempos inmemoriales, en las estribaciones de Peñasagra, los lebaniegos, peñarruscos y purriegos acuden el día 8 de Septiembre a su ermita a honrarla con los cultos religiosos y entre función y función se echan unas partidas a los bolos en el recinto que allí mismo existe.

A principios de 1960, un pequeño grupo de devotos de la Santuca, para dar más realce ese día a la fiesta, pensó en organizar un concurso de bolos. Entre ese grupo de lebaniegos estaba Angel Soberón Vega, del valle de Bedoya, y que por entonces residía de México. Ángel se brindó a donar un trofeo para tal evento. De ésta manera nació un concurso de bolos que aún en la actualidad se viene haciendo en Peñasagra.

El Diario Montañés de la época con la pluma de otro nativo del valle de Bedoya, Juan Manuel de las Cuevas (Nel), su cronista, nos narra los eventos del Concurso en los primeros años de su creación.

UN POCO DE HISTORIA

Angel Soberón Hay en Peña Sagra —término de Aniezo (Liébana)— una ermita dedicada a la milagrosa imagen de Nuestra Señora de la Luz, “La Santuca”, a la que todos los lebaniegos profesamos especial devoción.

Es casi, casi, una herencia. ¿Quién de chicuco no fue llevado a “La Santuca"?. En Liébana no creo que haya nadie. Además, me unen a aquel valle (el llamado “valle estrecho”) íntimos lazos familiares. Esto, que ocurre a uno, le pasa a la mayoría. Así fue cómo el pasado año empezamos a organizar allí —se llamó “el Concurso de Altura”— un certamen bolístico, que, aparte de ser un festejo más, servía para poner en uso —aunque sólo fuese por un día- la típica bolera, de la cual guardo mis mejores recuerdos.

Vino a España —reside en Méjico— el que un día fue campeón, Angel Soberón Vega. Por razones de paisanaje, de aficiones bolísticas y quizás hasta de parentesco, coincidimos en que se debía hacer algo grande en aquel santuario. Y él, que es gran devoto de “La Santuca”, se ofreció a enviar un BUEN trofeo. Y lo mandó tan bueno, que al ser expuesto en la sastrería Viriato, en Santander, fueron muchos los que nos decían que si “aquella copa” se iba “a dar”, donde no pudieran ir los ases. Naturalmente, como que su donador especificó que era sólo para los lebaniegos. Así nació el I Trofeo Angel Soberón Vega. Quiera Dios que se dé muchos años.

De lo ocurrido referente al juego y demás va a hablarles un buen jugador —Juan García Alonso que él se llama viejo, pero no lo es—, que se encargó de organizar aquello con gran entusiasmo y autoridad. Él estuvo en Torrelavega una buena temporada y sabe de organizaciones bolísticas. Por ello hizo el concurso a cuatro tiradas —forma de poder participar todos los que subieron — y dentro de las normas del Reglamento. Para él nuestro aplauso, pues sabemos lo que cuesta subir a la “Santuca”, ayudados por una cachava, ¡con que subir con bolos, bolas y trofeo... NEL

El Diario Montañés 07-09-1960

“FUNDADOR DOMECQ”, POR LAS ALTURAS: ESTARA PRESENTE EN EL CONCURSO DE PEÑA SAGRA (LA VIRGEN DE LA LUZ)

“Fundador Domecq” desea también estar presente en el “Concurso de altura” que se va a celebrar el próximo día 8 en el Santuario de Nuestra Señora de la Luz, “La Santuca”, en Peña Sagra (Liébana).

Ya saben que se juega allí una monumental copa donada por el que fue campeón de bolos Angel Soberón Vega. Pues bien, al lado de tal monumental copa estará “Fundador Domecq”, que también es monumental, para premiar a los doce jugadores más próximos clasificados al ganador de la copa con una “petaca Domecq”. Asi pues, serán trece —en Liébana no somos supersticiosos— los que obtengan premio el día 8, en “La Santuca”. Uno, la gran copa, y doce, la “petaca Domecq”.

El organizador, Juan García Alonso (de Cambarco) que, dicho sea de paso, lo está haciendo formidablemente —todo está muy bien, amigo Juan—, puede pasar a recoger las ‘‘petacas Domecq” por el comercio de don Pedro Soberón en Potes. Y ahora, sólo desear que haga buen día. NEL
 
El Diario Montañés 07-09-1960

Sein gana el I trofeo “Angel Soberon”

Por Juan GARCíA ALONSO

El pasado día 8 se celebró, en la bolera aneja al Santuario de la Virgen de la Luz, “La Santuca", el Concurso de bolos “l Trofeo Angel Soberón Vega”, al que no dudo en calificar como el más típico y el de mayor valor de cuantos se han celebrado en Liébana. La copa es “monumental”, y atraídos por ella subieron hasta allí —casi mil ochocientos metros— 64 jugadores.

La narración de lo ocurrido es digna de pluma más experta que la mía, a fin de que quedara patente la honda fe y devoción que los lebaniegos profesan a la “Santuca” y también la gran afición a los bolos que aún existe en esta región. Prueba de ello son los dos mil y pico devotos, y entre ellos los sesenta y cuatro jugadores que participaron en el concurso, teniendo que recorrer —por penosos caminos—. distancias que oscilan entre cinco, diez y a veces veinte kilómetros.

Las cifras citadas dejan bien patente mi afirmación aparte esa devoción que todos sentimos por la “Santuca”, de que aún queda mucha afición a los bolos, y ésta se aumentaría si los concursos en Liébana se celebraran con miras deportivas y no de negocio. Hay en Liébana materia prima para codearnos con otras regiones de la provincia, pero es preciso que los concursos y competiciones obedezcan a un programa serio y concreto, fijando la hora de comienzo y comparecencia de todos los jugadores inscritos y, previo sorteo, seguir el concurso sin interrupción.

De este modo los jugadores y aficionados se estimulan mutuamente, y volveríamos a disfrutar de los grandes días de bolos que los viejos aficionados añorábamos.

Es preciso que desaparezcan los concursos de quince días de duración; que cada partida juegue el día que le plazca, y, por añadidura, en muchos concursos se permite el reenganche, método que considero desmoralizador para jugadores y aficionados. Pero de esto ya hablaremos en otra ocasión. Vamos ahora con el Concurso de “La Santuca”.

Como queda dicho, han participado en el concurso 64 jugadores de toda la región, dando pruebas de gran deportividad, pues el árbitro (Manolo Martínez) ha resuelto las dudas sin el menor incidente.

El concurso ha sido dotado con 22 premios. Como verás, amigo Nel, esto no tiene precedente en la historia de bolos en Liébana, ni en lo económico, ni en lo típico. El éxito de esta gran fiesta en honor de la Santuca se lo brindamos, los lebaniegos, en primer lugar al donante del trofeo, nuestro particular amigo Angel Soberón Vega, y luego a los vecinos de Aniezo, que han sufragado los gastos de arreglo de la bolera (subir allí no es ningún plato de gusto) y de la música, dotando el concurso con trescientas pesetas. Asimismo, damos las gracias a la Casa Domecq por el donativo de los doce botellines “petacas”, que tan codiciados como sabrosos han sido para los jugadores. Y por último para ti, amigo Nel, un gran aplauso por tu eficaz cooperación y para el próximo año quedas invitado.

El Diario Montañés 15-09-1960

RESEÑA DEL CONCURSO

En la bolera de San MiguelEste se ha hecho a cuatro tiradas, de tiros de 12 y 14 metros, las rayas y demás condiciones, con arreglo al reglamento. La bolera, bien arreglada, pero dura de piso, o sea, que no estaba para “chambones”, por cuyo motivo los premios han sido para los mejores.

Primer premio, trofeo “Angel Soberón Vega”, ganado por José Gómez (Sein), de Potes, con 72 bolos; segundo, Juan José Vega, de Pumareña, 68 bolos, 150 pesetas; tercero, José Luis Soberón, de Pumareña, 66 bolos, sin emboque y con una queda con cuatro bolos. Este muchacho, sobrino de Nel, merecía haber ganado. Su premio fue 100 pesetas.

Los restantes jugadores, hasta el número de 22, han sido premiados con 50 pesetas y las “petacas” de regalo de Fundador Domecq. Los nombres de éstos son: Jesús Cires, de Piasca, 61 bolos; Castor González, de Cobeña, 60; Anastasio García (“Tasio”), de Cahecho, 50; Angel Fernández, de Cahecho, 56; Ramón Escalona (“Farias”), de Frama, 56; Santos Gómez, de Toranzo, 60; Leandro Alonso, de Potes, 56; Francisco Viaña, de Buyezo, 55; Gregorio Fuente, de Salarzón, 53; Ismael Vega, de Pumareña, 51; Onésimo González, 51, Ceferino Roiz de Colio, 50; Maximiliano Villanueva, de Perrozo, 50; reverendo don Juan Alonso, de Tama, 50; Rodolfo Gómez, de Tama, 49; don Francisco Toca, de Potes, 49; y por último, para ejemplo de aficionados y jugadores, está el reverendo don José González Parra, que con 72 años y una bola queda, con tres bolos, ha hecho 48 bolos. Es de admirar sus arrestos para subir hasta allí.

Lo que atañe a la parte religiosa, ya don Ambrosio Cuesta te habrá informado con más objetividad que lo puedo hacer yo. Me limito a recoger la impresión -—poco agradable—del estado de conservación del Santuario, pues aparte de otros detalles menores, hay un arco de la bóveda que está con grave riesgo de caerse. Para los que no conocemos la causa, o causas, de este abandono, sólo se nos ocurre cargar la culpa al señor cura o al pueblo de Aniezo y yo, personalmente, creo que no la tengan. El pueblo de Aniezo (por medio del presidente Alfredo Martínez) me dice que están dispuestos a cooperar, con peonadas, con el mismo entusiasmo de siempre. ¿Qué falta? El reverendo señor arcipreste tiene la palabra. El ilustrisimo señor Obispo nos visita estos días. Que sepa que para los lebaniegos la Virgen de la Luz es su Patrona”.

El Diario Montañés 15-09-1960

Gerardo Galnares, de Cahecho gana el II trofeo Angel Soberón

Por Juan GARCíA ALONSO

Con gran solemnidad y concurrencia, se celebró días pasados en Peñasagra la tradicional fiesta de Nuestra Señora la Virgen de la Luz,  patrona de Liébana. Por tal motivo se celebró en la bolera anexa al Santuario el “II Trofeo Angel Soberón Vega” consistente en una preciosa y monumental Copa y otra más pequeña para el segundo clasificado y a la que los lebaniegos “bautizamos” en seguida con la “copina".

Este original concurso, a más de 1.700 metros de altura, celebrado en honor de la Santuca, está demostrado que lo divino y lo profano se complementan y, en este caso, los resultados han sido magníficos. Nuestro buen amigo Angel Soberón Vega, lebaniego residente en México, y los lebaniegos todos podemos estar contentos con lo conseguido. La fiesta de Setiembre en Peñasagra iba decayendo poco a poco. No por falta de devoción a la Santuca, pero las distancias y lo penoso del camino, varias horas de subida, no son para viejos. He aquí porqué decimos que lo divino y lo profano se complementan, y es que con motivo de disputarse en aquella bolera (de altura la llama NEL) el trofeo “Angel Soberón”, hemos visto a una gran masa de jóvenes que por caminos y veredas subían con sus familiares dispuestos a lucir sus facultades de jugadores de bolos y también, cómo no, a postrarse a los pies de la Santuca. El fervor con que toda aquella concurrencia asiste a los cultos demuestra que en aquellas alturas los corazones se sienten más cerca de Dios,
 
Hemos hablado de que es una fiesta para jóvenes, pero también hay viejos valientes que no quieren terminar sus dias sin despedirse de la Santuca de Peñasagra. El año pasado era el reverendo don José González Parra, bolístico él, quien nos decia: "tengo 72 años y vengo a jugar el concurso y a despedirme de la Santuca aquí arriba”. Este año, otro venerable anciano, el P. Fray Benito de Ojedo, Capuchino, supongo que traía el mismo fin: decir adiós a La Santuca. Tampoco fue pequeña la valentía de otro devoto de la Santuca que nos honró con su presencia, se trata de don Eudosio Soberón Vega, hermano del donante de los trofeos, que, pese a todas las dificultades, incluyendo el mal aspecto de la mañana, quiso patentizar la devoción que su anciano padre ha imprimido, con su ejemplo, a toda la familia.

Este año, debido al mal tiempo de la víspera y aun de la misma mañana del día de la fiesta, se redujo y se retrasó el número y la llegada de los jugadores. Este retraso fue el motivo de que varios se quedasen sin poder participar—eso que se jugaba solo a cuatro tiradas— cosa que lamentamos mucho, pero que sirve de aviso para otro año, si Dios quiere, madruguen más y sin miedo al tiempo.

Nuestro amigo Manolo se encargó de arreglar la bolera, colocar las cintas y unos bolos nuevos que fueron archivados allí para el año próximo, en que, además contaremos con un buen lote de bolas. Por todo ello y en nombre de todos, muchas gracias y que sigas haciendo honor el apellido De las Cuevas, principales sostenedores del Santuario y de cuanto con el culto a la Santuca se relaciona.

Gerardo Galnares, de Cahecho, fue el vencedor

El “II trofeo Angel Soberón Vega” fue ganado por Gerardo Galnares, de Cahecho, con 66 bolos; el segundo premio, otra copa donada por el mismo señor, fue ganada por Aquilino, de Buyezo, con 61 bolos. El tercer premio, 100 pesetas, lo ganó Angel Fernández, de Cahecho, con 61 bolos y el cuarto, 50 pesetas, fue para Luis Martínez, de Perrozo.

Como habrán visto, para el segundo premio la “copina” hubo empate y discutido, ¡¡fue ganado por Aquilino!!. El total de participantes fueron 62, a todos ellos les deseamos mucha suerte para el próximo año.

El Diario Montañés 23-09-1961

EN “LA SANTUCA” SE JUGARA EL III TROFEO “ANGEL SOBERON”

En Peñasagra, bolera de “La Santuca”. se jugará el próximo día 8 de septiembre, el III Trofeo “Angel Soberon Vega”. Es un concurso “de altura”, a nada menos que a 1.724 metros sobre el nivel del mar. !Que ya está bien!.

En dicho día se celebra en aquel Santuario de Nuestra Señora de la Luz (La Santuca), la festividad de la Natividad de la Virgen, y el indiano don Angel Soberón Vega, gran devoto de “La Santuca”, ha querido, desde hace años, colaborar al esplendor de la fiesta, donando el trofeo que lleva su nombre.

Este año, con ocasión de hallarse dicho señor entre nosotros, son dos los trofeos que se disputarán. Uno, para el campeón, otro, para el subcampeón. Son estos trofeos preciosos y de valor. Bueno, no hace falta que yo lo diga, en La Serna, Bar La Flor de Lis, de don Leandro Alonso, pueden verlos. El organizador de este concurso será, como otros años, don Juan Garcia Alonso, de Cambarco, que con tanto éxito ha sabido nacerlo. NEL

El Diario Montañés 25-08-1962

Cuando estas líneas lleguen a Liébana, cuantos pollos habrán dejado de cantar ..... Se juega mañana, en La Santuca (Peña Sagra) el “III Trofeo Angel Soberón Vega”, y para subir allí -mil setecientos y pico metros sobre el nivel del mar— hay que madrugar de lo lindo y llevar la comida. Así que ésta noche empezará la marcha de los devotos.

Según me informa el amigo Juan Garcia Alonso, que es quien lo organiza, el “III Trofeo Angel Soberon Vega”, además de las dos estupendísimas copas, tendrán varios premios en metálico. La primera copa será entregada al ganador allí mismo, y la segunda la disputaran los ocho mejor clasificados el día 29, en la bolera de San Miguel de Bedoya. En fin, que mañana, en La Santuca, tendrán una fiesta “por lo alto”. NEL

El Diario Montañés 06-09-1962

¡¡¡ATENCION, LIEBANA!!!. LAS ELIMINATORIAS EN SAN MIGUEL DE BEDOYA.

Como “salimos” con un poco de retraso, vamos a “sprintar” desde ahora mismo. Asi, mis paisanos los iebaniegos (también pueden acudir Peñarrubia y Polaciones) jugarán las eliminatorias de Zona el SABADO y DOMINGO próximo (días 29 y 30), en la bolera  de San Miguel de Bedoya. Como en esos días se discutirá allí la Segunda Copa del “III trofeo Angel  Soberón” de forma que así matan dos pájaros de un viaje. Esta eliminatoria de San Miguel de Bedoya será a un estilo de concurso estará arbitrada por don Juan García Alonso (de Cambarco) y el primer premio es la clasificación para las finales del Concurso de EL DIARIO MONTAÑES, cuyo importe, como mínimo es MIL PESETAS. El segundo premio es de 300 pesetas; tercero, 200, y cuarto, 100. Jugarán de 15 a 17 metros.

El domingo por la tarde se aplazarán las tiradas para discutir esa SEGUNDA Copa '‘Angel Soberón” entre los jugadores que en Peña Sagra (La Santuca) lograron clasificarse. Pero advertimos a los Iebaniegos que el domingo se dará por finalizadas las tiradas de clasificación para nuestro III GRAN CONCURSO y únicamente si hay partidas inscriptas y por falta material de tiempo no han podido jugar, se jugarán otro día. Deben tenar en cuenta que el domingo por la tarde se discute dicha Copa, por tanto que procuren jugar el sábado o el domingo por la mañana. NEL

El Diario Montañés 26-09-1962

LUIS VEGA, DE PUMAREÑA, GANA LA SEGUNDA COPA DE LA SANTUCA

Finalizaron los tiradas de clasificación en la zona de Liébana. resultando vencedores dos nuevos valores: Jesús Vil!anueva y Luis Vega, con 238 bolos. Para organizar estas tiradas la clasificación nos pusimos «de acuerdo con el indiano lebaniego Angel Soberón y se hicieron conjuntamente con el Concurso de “San Miguel”, en la bolera de San Miguel de Bedoya. Así, Jesús y Luis se ganaron la clasificación para intervenir» en las finales de nuestro III Gran Concurso. El segundo premio fue para Leandro y Sein, de Potes, con 233 bolos: el tercero, para ‘Coque” y Antonio Ruesga con 230 y el cuarto, para Daniel Peña y Santos Gómez, con 227. Y ya de paso, añadiremos que los asturianos Móchales-Real ganaron a Mier y Sousa en el desempate de Potes, y que la segunda copa de “La Santuca” fue ganada por Luis Vega, de Bedoya, frente a Emilio García, de Cambarco. NEL

El Diario Montañés 06-10-1962

LOS LEBANIEGOS PIENSAN EN LOS TROFEOS “ANGEL SOBERON”, EN LA BOLERA DE “LA SANTUCA”

>Como en años anteriores y también organizado por el gran aficionado don Juan Garcia Alonso, de Cambarco, se jugará el próximo día 8, en la bolera que hay en las inmediaciones de la ermita de la Virgen de la Luz, “La Santuca” el Trofeo “Angel Soberon Vega”.

Atendiendo aI ruego de varios jugadores lebaniegos, este año en lugar de un Trofeo se han mandado tres, para que los jugadores que andan cerca de ganar tengan su compensación. Dichos trofeos están ya en Potes, en el Bar “La Flor de Lis” (Antigua Caseta), de la bolera de la Serna donde los jugadores lebaniegos pueden contemplarlos. Como los trofeos son de categoría, nos suponemos que serán muchos los que se animen a subir al Santuario de “La Santuca”, ya que cuentan con un doble aliciente. NEL

El Diario Montañés 03-09-1964

Nota.- Sesenta y cuatro años después, aún se sigue jugando el Concurso en Peñasagra, aunque ya sin el codiciado trofeo que donó durante varios años Angel Soberón.