A las ocho de la mañana ya estaban los cazadores de la cuadrilla 31 en Vieda para hacer las presentaciones ante la guardería. Hoy toca cazar el Milebaños. Amaneció un día con un fuerte viento sur que mosqueaba a los cazadores, el primero a Fran, el jefe de la cuadrilla: "Os quiero informar a todos que hoy lo vamos a hacer igual que el otro día que estuvimos cazando aquí. Vamos a cubrir por Perrozo hasta Luevas y desde San Andres hasta El Diolmo. Los monteros vamos a entrar por los praos de Perrozo, todos en ala, igual que la otra vez que nos pintó bien. Hace un par de días estuvimos pateando el lote y yo creo que hay menos jabalies que entonces, así que procurar estar bien atentos", les iba diciendo Fran.
Una vez colocados todos en los puestos se avisó para la entrada de monteros y perros y no tardaron éstos en coger demanda, pues a los pocos minutos Fran y Oscar ya avisaban: "Atentos que vamos a soltar, aqui debajo de Budó cortamos un jabalí que entró a un bardal. Estar atentos que va a salir......". Dicho y hecho, una vez que soltaron los perros, salió el jabalí como una exhalación y se escuchó el primer disparo de la jornada. "Atentos que aquí le tire al salir del bardal, pero se escapó, atentos en Lluevas que pa allá va", avisaba Fran.
En poco mas de diez minutos se escucha el segundo disparo y enseguida entra la emisora en acción: "Fran....., soy Alvaro el de Casillas, aquí maté un jabalí y ya le están mordiendo el tu perru y el de Oscar".
Poco tiempo después avisaba en esta ocasión Roberto: "Acabo de levantar unu muy buenu, atentos en Lluevas". Pero al jabalí no le dio tiempo a llegar a Lluevas, se tropezó con David que le soltó un disparo dejándole herido de atrás. Al poco, se escucha otro disparo y ......, "a ver..., aquí tiré yo al herido, bajó rodando al río". El que así hablaba era Diego que hoy venía de invitado. Al poco llegó hasta allí David para rematar al jabalí que aún conservaba un hilo de vida. Era un buen ejemplar que rondaba los cien kilos. "Vaya jabali......, tiene una boca de la leche......", les decía un exultante David.
Eran ya casi las doce de la mañana cuando la emisora vuelve a sonar con buenas noticias, "soy Popi, aquí maté unu bastante guapu, ya le están mordiendo los perros de Angel".
A partir del mediodía y en vista que ya no se "veía nada de mercancía", se decide echar la zona de las cuestas. Fue José Luis el de Pesaguero, que hoy estaba de invitado, el primero en levantar y no tardaron en empezar a oírse disparos. ¿Quién fue el que tiró?, preguntaban por la emisora. "Soy Diego y fui yo, pero fallé y el jabalí se me pasó".
También levantó Chanquel y se volvieron a escuchar dos disparos, era Diego de nuevo el que avisaba: "esta vez sí, esta vez le maté, aquí le están mordiendo tus perros, Chanquel". Al poco rato fue Chanquel el que avisaba, "hay que meter más perros que aquí hay un bardal y quedaron jabalís". Fran y de Oscar fueron los encargados de llevar sus perrros que no tardaron en levantar y entonces empezó el tiroteo: "Aqui tiré a unu y se escapó, atentos arriba.....", avisaba Fran. "Yo también tiré pero con poca suerte", decía Chanquel. En realidad del dicho bardal no salieron esos dos, salieron varios más y de nuevo se oyen más disparos, pero hoy la puntería no era el fuerte de los cazadores. "Aquí se me paso unu......", decía Angel el de Ceto. "No os preocupeis que tengo unu a mis pies dando las última pataletas", les avisaba Victor el de Pesaguero que estaba por la zona del Callejón.
Eran las las cuatro y media de la tarde y en vista que no salía nada y que el viento arreciaba cada vez más, aparte que ya se daban todos por satisfechos, Fran les avisó que "Vamos a dejarlo, recoger los perros y nos vamos todos a Vieda a tomar unas buenas cervezas, que las tenemos ganadas". De sobra que las tenían ganadas, felices y contentos terminaron todos la jornada cinegética con los cinco jabalís en los remolques.
(Datos y fotos aportados por Fran)