El pasado sábado, día 14, a la cuadrilla 31 le tocaba cazar en el lote de Barcenilla. A las ocho de la mañana ya estaban los cazadores en la Venta de Vieda. Barcenilla está por terrenos que abarcan desde Puente Asnil,  hasta Piasca, Los Cos…..

La mañana estaba negra, no acababa de amanecer. El frío se dejaba sentir y aunque en Vieda era una fina agua lo que caía, más arriba se convertía en nieve. Además estamos en época de gripes y fueron varios los cazadores que no se presentaron por tal motivo, así que la cuadrilla quedó diezmada.

“Estuve varios días recorriendo el lote y la verdad que no se ve muy andau de jabalís”, les contaba Roberto. “Vamos a cerrar por la praería hasta el cortafuegos y la Dehesa de Piasca. Los monteros vamos a entrar unos por la praería de Rinde y otros por la praería del valle y por Peñacastillo, todos en dirección arriba, hacia Dobra”, les seguía comentando Roberto, que, como buen conocedor del terreno, fue hoy el encargado de organizar la cacería.

Los perros de Oscar fueron los primeros en coger una demanda. “Llevan un jabalí muy buenu, atentos los que estáis en la Dehesa de Piasca, que ahí os va……”, avisaba el montero. No se tardaron en oir los primeros disparos y seguidamente por la emisora se escucha: “Tengo a mis pies al jabalí. Es muy buenu, de unos ochenta kilos y tiene también una boca muy buena”. El que así lo comentaba era José, el de Los Cos.

Pero según iban ascendiendo los perros en el monte, las complicaciones se iban sucediendo. “Son demandas muy duras, aquí está tapau de nieve y los perros no pueden seguir”, avisaba Carlos, el de Viñón. Era ya mediodía y en vista de que los jabalís no abundaban y del problema de la nieve, el jefe de la cuadrilla decide cambiar la cacería a terrenos más bajos, donde la nieve no sería ningún obstáculo.

Se juntan los cazadores en la plaza del barrio de arriba de Piasca para echar desde éste pueblo y de la praería del Solanu hasta Los Cos y Tabarniego. Mientras se colocaban los puestos, los monteros deciden ir a explorar unos bardales que hay encima de la nave de Miguel, el de los piensos, donde suelen encamar los jabalís. “Apenas salieron jabalís por la mañana y aunque no hay muchos, echo de menos a unos cuantos, vamos a mirar esos bardales que igual se nos quedaron ahí”, les avisaba Roberto. Pero allí no había nada que roer.

“Acabo de disparar a un jabalí y se escapó…... Me pasó bastante lejos, pero el puestu encima de mí no está cubiertu, no hay nadie”, comentaba Héctor. Parecido le ocurrió al jefe de la cuadrilla, Juan Carlos, que no pudo disparar a otro jabalí. Se tuvo que conformar solo.. “Cruzó por encima del depósito del Solanu. Era bastante buenu……”, comentó Juan Carlos.

Los monteros David y el Mellizu entraron por detrás de la panadería de Puenta Asnil y al momento avisan que acaban de levantar en el Argayu un buen jabalí. Más arriba, en el Solanu, también levantaron los perros de Rufino, Óscar y José el de Campollo. En esta ocasión, no trabajaron mucho los perros, ya que unos metros más arriba estaba Héctor que, enmendando el fallo anterior, se encargó de dejar el jabalí a buen recaudo.  

Los perros de Eloy, Jesús Carlos y Óscar levantaron debajo del pueblo de Ubriezo y un poco más arriba hicieron lo propio los perros de Roberto y de Fonso. Parecía que la tarde iba a ser movida, por lo menos los jabalís salieron a la escena. Ahora faltaba acierto a la hora de disparar.

“Atentos en Ubriezo, que os va un jabalí…….”, avisaba Rufino. No había acabado de hablar cuando el marrano le sale de bruces a Roberto que deprisa y corriendo pudo hacer un disparo, pero con poco acierto. Al final el jabalí pudo escapar atravesando la carretera general en Puente Asnil y pasando para el lote de Mirabaños.

En la Pedrosa fue de nuevo Roberto el que pudo tirar a otro jabalí que perseguían los perros desde hacía un buen rato. Roberto falló y el jabalí siguió en dirección a los tiros.  Detrás de la panadería de Puente Asnil le tiró también David, el de la parrilla. “Le dí, pero siguió corriendo, va heridu….., teneis que venir algún monteru para meterle los perros". Allí llegó en unos segundos Roberto y después de un rato recorriendo la zona, fue David el que avisa al compañero: “Calla, cállate un momentu, ¿no oyes gruñir?. Es el jabalí…… “. Enseguida dieron con él, ya que se había metido en el rio. El mismo David acabó por rematarle.

Mingo el de Lebeña fue el encargado de avisar: “Acabo de tirar a un jabalí muy grande. No le veo, yo creo que va heridu, tenéis que venir con perros”. No había acabado de hablar Mingo, cuando el jabalí apareció cruzando una riega hasta la panda de enfrente. Mingo le volvió a disparar, pero con poco acierto, ya que el jabalí logró escapar. “Era muy grande, andaría rondando los cien kilos”, comentaba luego el cazador.

“Vamos a los bañaderos de los Llanos, que allí hay unos perros ladrando. Están parados. Vamos con  más perros”, avisaba Rufino. Allí se acercaron varios monteros con sus perros, pero  no fueron capaces de sacarle de allí. Era ya la hora de finalizar la cacería y Juan Carlos da la orden de recoger los perros y bajar todos a Vieda a calentarse. Todo se agradece.

(Información de Roberto Bulnes)