Vinagre de vino dulce

Desde hace ya varios años, en el pueblo de Esanos venían funcionando dos empresas de carácter familiar que últimamente han cambiado de dueño mediante sendos traspasos.

Una de ellas es “Valle de Bedoya” dedicada a la destilación y elaboración de orujos, como aguardiente de orujo con miel, orujo con té de roca, orujo de hierbas……. En la actualidad regenta dicha industria José Pardueles, vecino de Potes, que mantiene el negocio en las mismas instalaciones que su anterior dueño, Tasín Cuevas.

La otra empresa es la Bodega “Río Santo” que comercializaba el vino con la marca “Lusía”, y regentó durante varios años Santiago Dobarganes. Hace ya un tiempo que se traspasó la marca de vinos “Lusía” a Juan Manuel Gómez, de casa Cayo de Potes, no así las instalaciones de la Bodega que se alquilaron posteriormente a otro empresario, Juanfran Gutiérrez Róiz, con ascendencia de Trillayo que, aprovechando las infraestructuras ya existentes, le surgió la idea de montar allí una empresa dedicada exclusivamente a la elaboración, crianza y embotellado de una marca de vinagre única y selecta. Así surgió la comercialización de un vinagre para usos caseros bajo la marca de: “Vinagre de vino dulce tostadillo de los Picos de Europa”.

En unos pocos años el vinagre ha pasado de ser un ingrediente ‘menor’, y al que no se le prestaba toda la importancia que tenía, como lo prueban aquellos envases de plástico (que todavía existen) que contenían un vinagre de vino áspero, acre y desagradable, a ser un producto de gourmet y al que se le presta la atención debida ya que es imprescindible en las vinagretas que aliñan nuestras ensaladas. Tradicionalmente el vinagre procedía de los toneles de la producción del vino que se agriaba, o se “picaba”. De esta forma se retiraba y se empleaba para vinagre. De eso en Bedoya sabemos todos un poco.

El vinagre es un elemento habitual y muy importante en nuestra cocina, es idóneo para aliñar ensaladas, vinagretas, macedonias de frutas, añadir matices a ciertos postres, para realizar escabeches, o para platos en los que el vinagre interviene aportando un toque de acidez.

Un buen aderezo puede transformar tus verduras, frutas o pescados en un plato espectacular. Y si hablamos de un “vinagre de vino dulce de tostadillo” pretendemos especificar que ese vinagre ofrece una doble expresión al unir el ligero toque ácido, cualidad indispensable de todo buen vinagre, con el sabor dulce del vino tostadillo de Liébana para el disfrute de los paladares más exquisitos.

Otras de las propiedades que aporta el vinagre es que se puede emplear como protector natural de los alimentos evitando el crecimiento de bacterias, sirve para ablandar las carnes y para desinfectar las frutas y verduras antes de consumirlas. Al no tener sal, ni grasa, ni calorías, es un excelente aliado para las dietas. Al margen de esto, existen muchas otras aplicaciones y remedios caseros relacionados con el vinagre, así por ejemplo se utiliza para aliviar el picor e inflamación de las picaduras de insectos, para mejorar las digestiones pesadas, para limpiar las heridas. El vinagre borra marcas de quemaduras; si limpias las ventanas del automóvil, las mantiene libre de congelarse; mantiene frescas las flores cortadas; limpia y refresca el olor de la nevera, ahuyenta las hormigas….., etc. etc..

Deseamos mucha suerte a Juanfran por emprender éste negocio vinculado a la elaboración de "vinagre de vino dulce tostadillo". Una elaboración hecha de forma artesanal que posee grandes beneficios medicinales y sin ningún tipo de conservantes, ni elementos químicos que puedan ser perjudiciales para nuestra salud.

Es la primera y única empresa que comercializa éste tipo de producto en Cantabria y se distribuye en botellas de cristal con un contenido de 250 cl. y un grado de acidez de 6º.