Cuadrilla 141

Se mataron tres jabalíes en un caluroso día

 

Magnífico día el que amaneció en Liébana. Los Picos de Europa lucían una blanquecina capa de nieve caída dos días antes, que se iba volviendo amarilla a medida que el sol los iba bañando.

La cuadrilla 141 tiene hoy el punto de reunión en el Puente de Vieda ya que toca batir el lote de Dobra Regaos. Para los no entendidos diré que es la zona que parte desde Cambarco, Aniezo, Luriezo y Cahecho hasta la Virgen de la Luz.

Tino, como jefe de la cuadrilla, es el encargado de la colocación de los puestos, a la vez que les advierte sobre el manejo de las emisoras. "En el momento que los perros levanten, no quiero oir hablar a nadie por la emisora, solamente los monteros, ¿entendido?". Todos enterados, aunque luego cada uno se las arreglará como pueda. Por la mañana se va a batir partiendo de Luriezo y Cahecho. Los tiros altos tuvieron que pisar algo de nieve y hasta que no les dio el sol, pasaron buen frío.

Una vez situados los cazadores en sus sitios, Tino da al orden de entrada en escena de los monteros con sus perros y rápidamente hubo movimiento. A José Angel, el de Cobeña, encima del pueblo de Cahecho le salió un jabalí y con dos tiros le bastó para hacerle rodar por los suelos. No era muy grande, pesó 50 kilos, pero la satisfacción del muchacho fue inmmensa.

Y poco tiempo después, encima de Somaniezo, la perra de David sacó de su guarida a un buen ejemplar. Por la emisora David avisaba a "Chico" que estaba situado en la dirección que emprendió el animal: "Ahí te va unu muy grande". "Chico" empieza a oir ruido de maleza cada vez más cerca, aguanta la respiración, quita el seguro, sus ojos miran a todas partes y no ven nada, hasta que por fin ve una sombra pasar sorteando unos robles. Ya lo tiene, pero no encuentra un hueco para poder disparar, hasta que por fin se decide y pummmm, pummmm, pummmm. Hasta tres veces le disparó, pero el ruido de la maleza seguía, señal de que el jabalí marchó con vida. ¿Qué hiciste?, le preguntaba David. "Nada, me parece que nada....", respondía un abatido "Chico". "Si llego a estar yo ahí ..." rechistaba David, pensando que le hubiera venido muy bien a su perra el poder morder al jabalí que había levantado.

No había pasado ni media hora, cuando se oye otro tiroteo y precisamente casi con los mismos protagonistas: "Chico", la perra de David y lo único que cambiaba era la presa. Pero en esta ocasión "Chico" tuvo más suerte y necesitó dos disparos para tumbar a un jabalí de unos 40 kilos. "Chico", loco de contento, no pudo olvidarse de mandarle el recado a David: "Aquí tienes la perra mordiendo como una loba.". De esa manera todos contentos.

Se estaba ya agotando la mañana y el calor empezaba a hacer mella en los perros. Alguno se hinchó a dar vueltas en un "hormazu" tras unos rayones. Parecían el ratón y el gato, pero en esta ocasión ganó el ratón. Al perro hubo que retirarle para que no cansara.

Antes de comer todavía hubo movimiento, ya que el joven Felipe, de Enterrías, tuvo que emplearse a fondo. Los perros se le acercaban de una manera insultante, enseguida oyó unos gruñidos ya que un perro se había enganchado con el jabalí. Se pone en guardia y a los pocos minutos se le aproxima un jabalí y pummmm.., con un solo tiro en el costillar del jabalí es suficiente para hacerle caer al suelo pataleando hasta quedar inmóvil.

Por la tarde se echa la zona de Aniezo, pero tanto a perros como a cazadores les había hecho mella el calor y en vista que no hubo demanda, Tino decidió dar por terminada la cacería a media tarde. Buena cacería en general, donde los cazadores tuvieron sus oportunidades y los monteros con los perros tuvieron que trabajar a tope.