Después de pasar una semana donde la nieve hizo acto de presencia, hoy amaneció en Liébana un bonito día, solo enturbiado por un fuerte viento que sopló durante toda la noche. Los componentes de la cuadrilla 103 se reunieron a las ocho de la mañana en la Viñona. Hoy toca cazar en el lote de Margaperas, que comprende el monte que está en medio de Vendejo y Avellanedo. Es un lote pequeño, muy estrecho y alargado y en general poco apreciado por los cazadores.
Jorge, como jefe de la cuadrilla, era el que les iba informando. "Estuvimos mirando el monte y la verdad es que hay pocos jabalís, pero algunu hay. A ver si con la nieve que cayó en la parte alta del lote, se bajaron y andan cerca".
Así parecía que iba a ser, pues a los pocos minutos de soltar los perros ya cogieron demanda. "Atentos que llevan un jabalí, atentos arriba...", avisaban por la emisora. No pasó mucho tiempo cuando sonó un disparo. Silencio.., nadie decía nada. Hasta que tuvo que ser el propio jefe de la cuadrilla el que abrió la boca: "A ver.... ¿quién tiró?". Nuevo silencio, lo que barruntaba un mal resultado. Y así sucedió. "Fui yo, pero se me escapó, iba muy deprisa y cuando le quise disparar ya solo le pude ver el rabu...". El que así hablaba era Abel Gómez (padre), que hoy estaba de invitado.
Pasaban los minutos y de nuevo los perros vuelven a levantar otro marrano que en un momento cruzó la carretera por el puente de Vendejo y se metió en dirección a Lomeña. Y lo peor de todo es que con el jabalí se marcharon también varios perros.
"A ver qué haceis..., que se os escapan todos los perros. Hay estar más atentos...", recriminaban los monteros a los tiradores. Pero es que este lote, ya dije más arriba que es muy estrecho y muy difícil de sujetar a los perros. Estos no saben de mojones, solo les interesan los jabalís y estos tampoco de mojones entienden mucho. Total que era media mañana y prácticamente se quedó la cuadrilla sin perros. Los pocos que quedaron aún levantaron a otro jabalí que con cuatro pasos logró salir del lote sin que nadie le disparara. Solamente le vio Angel, el de Salarzón, pero a una gran distancia, tanta que ni siquiera intentó tirarle.
Habían ya recorrido todo el lote. Eran las dos de la tarde y Jorge, con buen criterio en vista que no había jabalís, mandó recoger los pocos perros que había y se bajaron todos a la Viñona donde Sixto les preparó una comida a los que pudieron asistir, porque algunos llegaron ya cuando los compañeros habían terminado. Tuvieron que ir a recoger los perros, como David y Milio que se tuvieron que plantar en Casavegas para encontrarles.
En resumen, pobre cacería donde apenas salieron jabalís, solamente se vieron tres y a dos no se les pudo ni tirar. Al tercero se le adjudicó el único disparo de la jornada y pudo salir ileso de la contienda. Hoy en Margaperas se metió poco ruido y les supieron "las peras amargas".
"El próximo Domingo tenemos una buena en Bicobres Sur....". A ver si es verdad, por lo menos la esperanza que no se pierda.