La comarca de Liébana tiene muchos lugares donde el caminante se puede recrear tanto con el paisaje como con la hospitalidad y sencillez de sus moradores. En la mayoría de los casos, por ser terreno montañoso, los desniveles son algo pronunciados, pero siempre esa dificultad se salva con las impresionantes vistas que el caminante se encuentra.
El senderismo nos proporciona un contacto directo con la naturaleza en toda su dimensión, descubriendo en cada esquina sugestivos y atractivos horizontes como: la fauna, la botánica, la ecología, el paisaje…
En el valle de Bedoya, por supuesto que también existen esas sendas donde podemos disfrutar de tales encantos. La ruta por excelencia, y más en los últimos años, es la que va a la Braña de los Tejos, por cierto maravillosa, con una reserva forestal y paisajística digna de elogio, pero hay otras que también tienen su atractivo.
A mí se me ocurren estas pocas que abajo encuentras, pero pueden existir todas las que puedas imaginar, ya que el abanico de caminos y lugares es muy amplio.