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El valle de Bedoya está situado en la zona Nordeste de la comarca de Liébana, comunidad autónoma de Cantabria (España). Pertenece al Ayuntamiento de Cillorigo de Liébana, cuya capitalidad está en Tama. Lo componen seis pequeños y pintorescos pueblos: Cobeña, Esanos, Pumareña, Salarzón, San Pedro y Trillayo. Dista de la capital autonómica (Santander) 110 kms.

Tiene una longitud de Este a Oeste de unos 8 kilómetros (desde la Peña las Segás hasta Castro), por 4 de Norte a Sur (desde las Cuerres hasta el Cotero de Lobá), aunque por los extremos esta distancia se va estrechando gradualmente. Situado bajo las estribaciones de la sierra de Peña Sagra, donde la Peña de las Segás y la Peña la Ventosa son, para los vecinos del valle, los techos que nos protegen de los vientos del Norte y a donde siempre se vuelve la vista en cuanto la climatología se manifiesta incierta.

Linda con los municipios de Peñarrubia, Lamasón, Cabezón de Liébana y con los pueblos del mismo Ayuntamiento de Cillorigo: Llayo, Aliezo, Tama, Castro y Lebeña.

Su altitud va desde los 230 metros junto a la carretera N-621 a su paso por Castro, hasta los 1.815 de la Peña de las Segás.

El valle de Bedoya es atravesado en toda la extensión Este-Oeste por el río Santo para verter sus aguas al Deva en Castro; su caudal es mas bien escaso, aunque aún se saca partido del líquido elemento para regadío tanto de huertas como praderías; en sus aguas proliferan tanto truchas como anguilas. El valle tiene nominadas un total de 78 fuentes.

El clima de las tierras lebaniegas, a pesar de estar cerca de la costa cantábrica, es un tanto especial con características típicas del clima mediterráneo; al ser el terreno muy montañoso conlleva que entre las montañas y los valles exista un gran desnivel, motivando que las nubes descarguen la mayor parte del agua en las cimas, siendo las precipitaciones en los valles más escasas (apenas 700 mm. anuales), provocando un microclima muy singular que favorece la existencia de una abundante vegetación arbórea y de praderías naturales.

Por la misma causa la temperatura es muy desigual, según el lugar. Las cumbres están gran parte del año cubiertas por la nieve, mientras que en los valles hace su aparición esporádicamente; durante los inviernos las escarchas son frecuentes, mientras que en los meses estivales los calores aprietan, llegándose a superar los 30º con facilidad.

Debido al creciente abandono de las tareas agrícolas que el hombre realizaba tradicionalmente, existe una rica variedad de fauna, destacando entre los mamíferos el oso que, si bien no hace muchos años abundaba por estos parajes, en la actualidad está ya prácticamente extinguido, aunque esporádicamente puede hacer alguna irrupción por las cumbres más altas de Peña Sagra; otros mamíferos que nos acompañan son el lobo, rebeco, venado, corzo, jabalí, tasugo, zorro, gato montés, liebre, ardilla, comadreja, jineta, turón, lirón, marta, garduña, erizo, rata, ratón, topo, murciélago y hasta hace todavía poco tiempo, nuestros mayores aún lo recuerdan, la nutria.

 

Liébana

Cillorigo de Liébana

 

Mapa de Bedoya

Valle de Bedoya

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