Cuadrilla 103

En una jornada marcada por el frío, la cuadilla 103 mató un único jabalí en Poda

 

A la cuadrilla 103 le corresponde cazar hoy en el lote de Poda-Cordancas que como todo el mundo sabe está situado entre los pueblos de Lebeña, Cicera y el valle de Bedoya. A las 8 de la mañana ya estaban todos sus componentes en Lebeña donde Jorge les fue indicando, previo sorteo, por dónde iban a cubrir y por dónde iban a entrar los monteros.

Agradable temperatura la que había en el aparcamiento de la iglesia, pero luego se transformó en insoportable en los lugares altos del lote. Decían los cazadores que pocas veces habían pasado tanto frío como ese día en Poda. Todo ello agigantado por un intenso aire que hacía aún más dura la jornada.

Los perros trabajaron bien, pero con pocos alicientes ya que apenas hubo levantes. Se empezó por encima del pueblo y por el encinal que está arrimado a la Peña de la Ventosa. Precisamente en dicho encinal salió de su encame un jabalí que en vez de trepar monte arriba, decidió arrancar en dirección al río Deva. Minutos más tarde se presentó en el puente de Lebeña donde en esos momentos estaba la Guardia Civil de Tráfico vigilando la circulación. Poco sabían ellos que también tendrían que apechugar con otro factor que podía obstaculizar a los conductores. Cuando vieron asomar al jabalí le echaron el alto, pero éste no les hizo caso y pasó a toda velocidad junto a ellos para cruzar el puente y desaparecer camino de Allende. Minutos más tarde llegaron a toda carrera los perros y los agentes, sorprendidos otra vez por los canes, tuvieron que parar el tráfico para evitar posibles accidentes.

Como se puede comprender, el jabalí se libró de un buen correctivo, pero pudo salvar el pellejo, aunque a expensas de desobedecer a la autoridad.

"Atentos en Poda y La Matilla, que para allá va un jabalí. Es bastante buenu..", declaraba David por la emisora. Efectivamente los perros del montero habían sacado de su encame a un jabalí que descansaba junto al depósito de agua de Lebeña. Al primer puesto de tiro que llegó fue donde Manín, que estaba en Trescorroble y le pudo disparar en tres ocasiones, pero hoy el pulso no estaba para muchas florituras y el jabalí pudo seguir con su ruta.

En el "Cantu de las Huertas" estaba situado Nel, que le vio acercarse. Tuvo tiempo para preparase y cuando le tuvo ya a una distancia propicia, le soltó un disparo. El jabalí también pudo eludir el plomo. Con el estampido, seco y atronador, retumbando aún en sus oídos, Nel ve que el jabalí se le escapa. Por su cuerpo sentía correr la adrenalina y cuando el jabalí estaba ya bastante lejos, hizo otros dos disparos. El marrano no tardó en caer para serenar el rostro de Nel. "Menos mal.., pensé que se me escapaba. Resulta que con el primer tiru estaba bastante cerca y fue con el que fallé. Luego, ya de más lejos, le metí los otros dos. El unu en una pata y el otru en el corazón", decía luego Nel.

Eran las tres y media de la tarde y como el viento y el frío arreciaban, acompañados ya por el agua, Jorge, con buen criterio, mandó a todo el mundo bajar a los coches a Lebeña. Más de uno se lo agradeció.

Al anochecer se juntaron todos en el bar La Barquera, en Ojedo, donde degustaron una paella, a la vez que pudieron comentar entre ellos las incidencias de la jornada.