Bonito día de caza el que amaneció en Liébana, con nubes altas que pronto se disiparon, quedando un agradable día, aunque en los lugares altos del lote se notaba que estamos aún en el mes de Enero.
La cuadrilla 141 tiene que cazar hoy en Raíz Acebal, un lote que abarca terrenos desde los pueblos de Ledantes y Villaverde hasta el alto del Puerto de San Glorio. Un lote difícil y que hasta el momento dio pocas capturas. Durante esta temporada ya se celebraron en él cuatro batidas y solamente se cobraron tres jabalís. Muy poca cosa. En esta campaña es el peor lote de Liébana en cuanto a jabalís abatidos.
Con esta premisa, se reunieron en Vega de Liébana los componentes de la cuadrilla 141, con Tino a la cabeza, para presentar las acreditaciones ante la guardería.
Una vez finalizados todos los requisitos reglamentarios, se inició la cacería y pronto los perros de David lograron levantar de su encame a dos jabalís, que emprendieron su huída monte arriba. Cuando llegaron a donde estaban las escopetas, se atrevieron a burlarse de los cazadores, pues aunque les lanzaron varios disparos, los jabalís lograron escabullirse y traspasar la barrera de las armas. Con malos augurios empezaba el día.
Los monteros con sus perros siguieron haciendo su trabajo, pero no encontraban más jabalís. No los había. Hubo que llegar al mediodía para que despertaran y sacaran de su guarida a otro jabalí. Pero como había estado descansando toda la mañana, estaba fresco para correr. Y así lo hizo, ya que los perros le persiguieron durante varios minutos hasta que llegó a terrenos donde estaba José Antonio Llorente que le vació el rifle, pero el jabalí siguió corriendo. "Le dí, le dí, va heridu...", comentaba el cazador. "Traer algún perru para que le siga", pedía por la emisora. Los perros llegaron, pero con resultado nulo pues nada encontraron.
Y la cacería no dio más de si, tanto que cuando apenas pasaban de las cuatro de la tarde, Tino da la orden de retirarse.
Hoy era la última cacería de la temporada para esta cuadrilla. Bonita campaña la que despachó, con días buenos y otros menos buenos, pero con un buen rendimiento en general. Ahí quedan los excelentes resultados en cuanto a capturas que se lograron. Estoy de acuerdo que no fue el mejor final, pero no siempre se puede bajar "mercancía" en los remolques.
Lo principal es que los cazadores disfrutaron de las nueve cacerías y que no hubo que lamentar accidentes, ni cosas raras. Ahora a limpiar las armas, guardarlas en un lugar apropiado, dar de comer a los perros, y a descansar hasta la próxima temporada que promete ser apasionante.