A las ocho de la mañana empezaron a llegar los componentes de la cuadrilla 31 al bar el Pajeru de Potes para hacer las presentaciones ante la guardería. Hoy es la última cacería de la temporada y corresponde cazar en el lote de Sobrebodia, que está por la zona de Congarna, Mieses y Santo Toribio hasta la cruz de la Viorna. No es de los mejores lotes, ya que está situado al norte y en invierno le da muy poco el sol. Los cazadores que están en los puestos lo suelen acusar.
"Me da la impresión que en el lote hay pocos jabalís. La semana pasada dimos una vuelta por él y apenas se ven hozaduras", les señalaba Tasín, el jefe de la cuadrilla.
"Ya..., pero el sábado pasau hubo una cacería en Panda Carrielda y es fácil que algún jabalí se haya pasau pa esta zona", le replicaba su hermano Luis Manuel.
"No sé, pero por encima de Mieses están cortando un pinar y todos estos días meten mucho ruido las motosierras y carrocetas, seguro que los jabalís no andan por allí", comentaba Hector el de Valmeo.
Estas conversaciones se mezclaban entre los cazadores mientras presentaban la documentación. De todos modos la esperanza nunca se pierde y siempre queda algún resquicio para pensar que puede resultar una cacería entretenida.
En cuanto soltaron los perros, pronto se dieron cuenta que los jabalís no abundaban. Por lo menos no daban señales de vida. Todo transcurría de forma monótona hasta que "los perros acaban de levantar algo, van muy apuraos...." decían por la emisora. Efectivamente, a los pocos minutos ya se pudo ver al jabalí. Había salido por encima del Monasterio de Santo Toribio. "Atentos los que estáis en el cortafuegos que va en esa dirección", avisaban los monteros por la emisora.
Por todos es conocido la dificultad de matar un jabalí en un cortafuegos, además este cortafuegos está bastante sucio, con escobas y carrascos. Todo ello tuvo como consecuencia que nadie vio pasar al jabalí. Tuvieron que ser los perros los que minutos más tarde marcaran la ruta que había seguido el marrano. Había cruzado el cortafuegos muy cerca de donde estaba situado Felín pero ya queda dicho que no le vio. Solamente se tuvo que dedicar a recoger los perros para que no se pasaran para Valmeo, aunque uno de ellos se le escapó y siguió tras el jabalí hasta por encima del pueblo de Campollo.
"Acabo de ver un jabalí por debajo de la cruz.., no es muy grande pero acaba de meterse al monte...", era Basilio el que avisaba a sus compañeros. "Teneis que traer los perros pa cá..". A los pocos minutos ya estaba allí Juan Carlos con los perros que buscaron y requetebuscaron, pero el jabalí no salió y si lo hizo nadie se enteró.
Esto fue todo lo que ocurrió en todo la jornada y como resumen diré que no hubo oportunidad de hacer disparos, así que a media tarde y en vista que no había jabalís, Tasín mandó dejarlo y se bajaron para Potes con caras de pocos amigos, dando por finalizada la cacería y la temporada.
En un año donde los jabalís salieron hasta "debajo de las piedras", hoy no se pudo rematar. Por eso los cazadores bajaron del monte de mal humor, ya que les gusta poco el regresar de vacío, pero tampoco cogió de sorpresa a nadie.
De todos modos, aunque la temporada no fue todo lo brillante que muchos hubireran deseado para la cuadrilla, por otra parte se disfrutó de pasar otras buenas jornadas por los diversos montes lebaniegos. Ahora a guardar las armas y a descansar, que el mes de Setiembre está ya cerca.....
(Información facilitada por Miguel González)