Durante la presente campaña de caza, a la cuadrilla 31 le aplazaron dos cacerías por la presencia de osos en el lugar de la batida. Ahora se las adjudicaron en el mismo lugar en que habían sido suspendidas: una en Dobra Regaos y la siguiente en Dobra el Mazo.

Hoy se cazó en el último de dichos lotes con una mañana que en Vieda, lugar de la presentación, amaneció blanca por culpa de la fuerte helada, pero a medida que el sol iba subiendo, se volvió en un estupendo día.  Dobra el Mazo es un buen monte para cazar, aunque de los más pequeños de Liébana.

“Estuvimos mirando el monte ésta semana y se nota que hay jabalís, así que vamos a estar atentos. No tenemos muchas escopetas, así que vamos a amarrar en corto y seguro que vamos a sacar buena renta, les anunciaba Juan Carlos, el jefe de la cuadrilla.

Nada más colocarse en los  puestos, fue Pablo el que avistó cuatro jabalís, pero estaban bastante lejos y ni siquiera intentó tirarles. “Se metieron al monte en dirección a Torices…., eran todos muy grandes”, comentaba el cazador por la emisora.

Pero no tardaron en oírse los primeros disparos, aunque nadie comentaba el resultado. Al cabo de unos minutos fue José, el alguacil, que es de Portilla, el que avisaba a sus compañeros que tenía a sus pies un jabalí. “No es muy grande, pero me costó tumbarle. Creí que se me escapaba, pero aquí le tengo ya con los perros mordiendo”.

En la riega de Valtorín había bastantes puestos. Es un lugar por donde los jabalís suelen intentar evadirse, pero hoy no les resultaba fácil. Carlos, el de la cajiga, fue el encargado de parar a un marrano que traían los perros de Mente. Un único disparo fue suficiente para verle rodar por la pendiente.

De nuevo fueron los perros de Clemente los encargados de llevar otro jabalí hasta el puesto donde estaba José María, el de Casillas. No le resultó fácil al cazador detener al marrano. La velocidad que traía y la distancia eran serios obstáculos para ello. Pero José María, al tercer intento lo logró.

Hoy estaba de montero como invitado Berto, el de San Miguel, y los perros de Berto hay que echarles de comer aparte. Son incansables, tozudos y perseverantes. No se les resiste un jabalí y si hay que sacarlos debajo de las piedras, allí están ellos para intentarlo. Hoy, para no ser menos, levantaron de su encame a un jabalí que de mano les hizo frente. Era muy grande, pero los perros no le tuvieron miedo y lograron sacarle a pasear. El paseo fue grande ya que recorrieron parte del lote hasta que por encima de Aniezo, en el Joyu, le llevaron donde estaba Adrián que se encargó de detenerle, aunque para ello necesitó hacer dos disparos. Se acercaba a los 100 kilos y con una buena boca.

Un invitado de Brez, Marcos, estaba encima del invernal de Lebanes  y fue el encargado de parar a un jabalí que traían los perros de Juan Carlos. Era ya el quinto de la tarde y nunca hay quinto malo, ya que era de buen porte.

Como ya se había andado el lote, el jefe de la cuadrilla mandó recoger los perros y “vamos a celebrarlo a Vieda”. Aunque se pudo hacer bastante más, ya que fueron varios los jabalís que se escaparon, sobre todo por la carretera que no estaba cubierta, todos contentos por lo entretenida que había resultado la cacería. Se gastó bastante munición y los perros pudieron trabajar mucho y a gusto.

Informó: Adrián