Cuadrilla 31

La cuadrilla 31 hizo el cupo en Dobra Regaos

Segundo día consecutivo de caza para la cuadrilla 31. Hoy toca ir a un lote que linda con el que habían batido el día anterior. Hay que cazar en Dobra Regaos, uno de los mejores lotes lebaniegos, que se encuentra por la zona de Cahecho, Luriezo y sube hasta las estribaciones de Peña Sagra.

“Hoy vamos a encontrar más jabalís que ayer, ya sabéis que aquí siempre los hay y buena prueba de ello son los jabalís que ayer se nos escaparon y se adentraron por aquí, así que vamos a por ellos…...”, les indicaba Juan Carlos. “Vamos a empezar por la zona de Tobaño, por encima de Cahecho y Luriezo hasta el Collau de Orticeu. A ver si terminamos pronto que los perros están cansados de ayer y además parece que la lluvia nos va a acompañar”, les indicaba el jefe de la cuadrilla.

Con esos ánimos llegaron los cazadores a sus puestos y pronto, muy pronto, empezaron los sabuesos a alegrar la mañana. Pero también hubo otra circunstancia que la animó: “Acabo de ver un rebañu de jabalís que entró al lote de la parte de Bedoya. Son muchos, creo que pasan de una docena, algunos son pequeños. Van para la zona del Dornacu”, se oía por la emisora.

Más abajo, por encima de Cahecho los perros de Víctor, un montero de Pesaguero que hoy estaba de  invitado, levantaron ocho de una tacada. “Son todos muy grandes, venían juntos pero se acaban de separar, unos arrancaron monte arriba y los otros se metieron para la parte de Luriezo”, anunciaba Víctor.

Con tanto jabalí en escena, pronto empezó la artillería a entrar en funcionamiento. Los disparos se sucedían en muchos puntos del lote y el resultado no tardó en darse a conocer. “Yo tengo aquí un jabalí que acabo de matar. Ya llegan los perros a morder”, anunciaba Héctor, el de Ceto.

“Yo tengo otro muy grande, creí que se me escapaba pero no fue muy lejos. Aquí le tengo”, indicaba Raúl Alonso.

“Teneis que traer los perros que acabo de tirar a un jabalí que se metió por un urcial. Creo que le dí, pero siguió su camino. Sí, estoy viendo ahora que va dejando algo de sangre”, anunciaba Carlos el de la Cajiga.

Arriba, en el Dornacu, estaba de puesto David el de la parrilla y no tardó en anunciar también que tenía a sus pies otro marrano. “Le maté junto al depósito de agua para los incendios. No es muy grande”.

No tardó mucho tiempo para que Carlos el de la Cajiga anunciase que el jabalí que había marchado herido estaba ya soñando. “No fue muy lejos..….”.

El que tampoco fue muy lejos fue el que se le presentó a Raúl que hoy tenía el pulso firme. “Le estuve viendo un rato antes, pero se metió detrás de unos castros y le perdí de vista. Cuando llegaron los perros le sacaron a la palestra y me vino de morros”, comentaba luego Raúl.

Quedaba uno para llegar al cupo y los disparos seguían resonando por las cercanías del Santuario de la Virgen de la Luz. Pero enseguida dejaron de sonar ya que José Portilla comunicaba a sus compañeros que había detenido un hermoso jabalí que le llegó sin perros. “Creí que se me escapaba, estaba bastante lejos pero le pegué bien”.

Pocas veces la cuadrilla 31 se bajó del monte tan pronto como hoy. No eran las 12 de la mañana y el jefe de cuadrilla mandó recoger los perros y bajar para Potes. Estaba ya hecho el cupo y además la lluvia arreciaba cada vez más, así que se cargaron los jabalís en los remolques y todavía tuvieron tiempo para bajar a tomar el blancu a Potes.

Informó: Adrián