Hoy toca cazar a la cuadrilla 103 en el lote de Pámanes, que está situado en la zona de Pesaguero y Venta Pepín. La mañana estaba fresca, no se veía una nube y allá arriba el frío mañanero era considerable, dando luego paso a un caluroso día.
El punto de reunión fue en la Viñona y a las 8 y media de la mañana ya estaban los cazadores camino de los tiros. Algunos ni siquiera se habían colocado cuando se oye el primer tiro de los muchos que se iban a oír en el día.
En el cruce que va hacia el pueblo de Cueva los perros de David nada más salir del remolque se ponen impacientes y 300 metros más adelante levantaron un jabalí que salió al encuentro del aún congelado Serafín Alles, pero Serafín tenía el dedo caliente ya que de un único disparo acabó con su vida. Alrededor de los 40 kilos dio en báscula.
Bien empezaba el día y mejor aún cuando no eran las 9 de la mañana y tres perros cogen otra demanda. En esta ocasión era en lo alto del lote, por encima de la Venta Pepín.
"Ahí os va.. atentos Manín, Jesus y Vicente, que va en esa dirección" se oía por la emisora. Cual no sería la sorpresa de Jesus Angel Caviedes cuando ve aparecer un gran ejemplar de venado cruzando a gran velocidad por un argayu. "Tenía por lo menos ocho puntas", diría después Vicente que se tuvo que apartar para no verse arrollado por el ciervo. Jesus pensó que los perros habían elegido erróneamente la presa, pero a los pocos segundos ve aparecer una silueta negra muy apurada y de un certero disparo acabó con la vida del jabalí que no era muy grande, andaba también por los 40 kilos.
No lejos de aquella zona, vuelven a animarse los perros y levantan de su camarote a una camada de cuatro jabalís. "Estar atentos, ahí os van cuatro, uno de ellos es muy grande. Acaban de cruzar la riega y creo que van a salir por esos árboles que están a la parte de arriba", avisaban los monteros por la emisora.
Pum... pum... pumpum pummmm..., así hasta una docena de veces. "Qué es esto., me parece que os confundisteis con tanta bomba, que hoy es la fiesta de San Miguel en Pumareña y estamos casi en Polaciones..". Efectivamente, los cuatro jabalíes le salieron a Francisco, el de Pendes, y se hinchó a tirarles tiros, pero marcharon todos con más vida que habían llegado. "Es imposible.", cavilaba Francisco. "Les tiré a unos por alto y a otros por abajo, pero creo que ni los hice un rasguñu". La emisora a veces resulta insultante y es esta ocasión no fue menos: "Pero qué tienes ahí... una escopeta o un palu de escoba...?". Cual no sería su sorpresa cuando se da cuenta que el rifle tenía el alza fuera de sitio. Mala suerte para Francisco, que ya sabe lo que es tener la satisfacción de matar un jabalí (hace dos años mató uno en la Burdia de 120 kilos), pero las circunstancias son así.
Después de la refriega, la cacería pasó un rato con relativa calma cuando los perros, por encima de la Venta Pepín cogen una nueva demanda. El jabalí sabe que los cazadores están arriba, así que se las ingenia para darse la vuelta y meterse monte abajo, pero no contaba que allí estaba Pepe (José Luis Gómez, de Ojedo) que era el que azuzaba a los perros y de dos disparos acabó con la vida del animal que pesó unos 50 kilos. Y poco después Luis, de Potes y que estaba invitado a la cacería, no quiso quedar mal y dio buena cuenta de otro que llegó hasta los 60 kilos.
Era ya mediodía, el sol apretaba y los perros daban síntomas de cansancio. Aún no están los debidamente entrenados y el monte en Septiembre aún tiene mucha maleza lo que les dificulta su trabajo. Así que Jorge, el jefe de la cuadrilla decidió dar por terminada la cacería y darse una vuelta por Pumareña donde se desarrollaba el concurso de bolos y de esta manera todos pudieron compartir y contar las incidencias de la jornada con sus vecinos y amigos.