Cuadrilla 103

 

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Tres jabalís en Cotera Oria

Un fuerte viento marcó una jornada donde fueron múltiples los fallos de los tiradores

José Angel que mató un jabalí

 

Dos días después de haber cazado en La Hoyona , donde bajaron con el talego vacío, los componentes de la cuadrilla 103 vuelven a cazar en Cotera Oria, terreno muy próximo al anterior lote, por la zona de Vendejo y Caloca.

No había amanecido y ya empiezan a llegar los cazadores a la Viñona , donde Jorge les va explicando en qué frecuencia tienen que usar la emisora y a la vez van presentando las acreditaciones ante la guardería. La mañana estaba bastante nublada y ya a esas horas soplaba mucho el aire, lo que a lo largo del día tendría sus repercusiones.

Una vez colocados todos en sus puestos, se da la orden para entrar los monteros con los perros, pero había la lógica incertidumbre si habría jabalís en el lote. "Creo que sí los hay, dicen los del pueblo que hay bastantes, que la semana pasada vieron a media docena que pasaban por encima del pueblo", dijo en entusiasta Ceci.

Y tenía razón el nativo, ya que los perros nada más empezar a patear el monte, encontraron demanda. En ésta época del año, últimos de Noviembre, ya está el arbolado prácticamente sin hoja, sobre todo las hayas, y para los cazadores es una ayuda, ya que les permite tener un campo de visión bastante mayor. Una vez ubicados y al abrigo, sólo les queda esperar en el puesto atentos a la llegada de las posibles piezas. Pero hoy había una dificultad, ya antes reseñada, el fuerte viento que hacía imperceptible tanto los ladridos de los perros como las voces de los monteros. Para hacerse una idea, ni los disparos de los compañeros se podían oir.

Todos sabemos que los perros solo se guían por el olfato. Es su mayor cualidad. Si un perro de caza no tiene olfato, la única oportunidad de descubrir al jabalí es toparse de bruces con él, cosa harto difícil, pero un buen perro tiene que tener un buen olfato y una vez encontrado la demanda, perseguirá la presa, sin equivocarse con rastros cruzados de otros animales.

El que levantaron hoy a primera hora, no era muy grande, pero cogió bastante distancia a los perros y los tiradores recelaban por dónde saldría, hasta que el jabalí se plantó por terrenos donde estaba José Angel, el de Cobeña, que, como es habitual en él, le soltó un único disparo que le hizo rodar por los suelos hasta quedar inmóvil. Bien empezaba la jornada.

Pedrín ya no se acordaba cómo se disparaba....Los sabuesos también se animaron y levantaron a otro jabalí que era bastante grande, pero que conocía el terreno mejor que los cazadores. Primeramente le llegó a Ceci que empezó a tirarle desde bastante lejos y el marrano cada vez cogía más velocidad. Hasta cinco disparos le dio tiempo a tirarle y el jabalí salió indemne del embite. "Tengo que llevar el rifle a calibrar, tiene que estar mal, me le tiene que mirar Aníbal", decía un esperpéntico Ceci. "Lo que tienes que hacer es apuntar mejor..." le dijo alguno.

El jabalí dejó atrás a un incrédulo Ceci y siguió su curso; le llovían los disparos de todas las direcciones, cruzó un prado a toda velocidad y Chanchel también le disparó en dos ocasiones sin ningún provecho; a Nel le dio tiempo a tirarle por tres veces y .., el marrano se rió de todos y logró escapar sin ningún rasguño ante la desesperación de los aciagos cazadores.

No corrió igual suerte otro jabalí que levantaron de su encame los perros de Pepe, el de Ojedo, y que emprendió una veloz carrera monte arriba. Era bastante grande y permitía que los perros se acercaran a él, para proseguir luego su ruta. Pero no contaba que por aquellos parajes se encontraba Pedrín, el del Bodegón, que se puso en guardia en cuanto oyó por la emisora que se le acercaba. Se echó el rifle al hombro y esperó a tenerle a la vista. En cuanto le divisó, aguantó unos instantes para que se acercara y le soltó un disparo que el jabalí acusó, pero pudo seguir su marcha. Pedrín le volvió a disparar y ahora ya fue el definitivo. Era el primer jabalí de Pedrín desde hace ya mucho tiempo, así que la alegría del cazador era inmensa.

Era ya mediodía y, aunque difusos por el ruido del viento, se oían disparos, pero hoy los cazadores no estaban finos. Tuvo que ser Serafín Alles, de Cobeña, el que alegrara un poco el cotarro para rematar a una hembra que trataba de escabullirse entre un matorral. Un único disparo necesitó, para sumar el segundo ejemplar de ésta temporada. Buena racha la suya.

Esto fue lo que dio de sí la cacería, salieron muchos jabalís de sus encames, se realizaron muchos disparos y lo que es peor: hubo muchos fallos. No siempre se acierta y hoy, en ese sentido, fue un día aciago.

Pero para contrarrestar esos fallos y comentar las incidencias de la jornada, se reunieron al final del día donde Sixto para degustar una merienda-cena que sirvió a más de uno para cambiar de talante. Lo que hace la tripa llena...

  
CUADRILLA 103
Fecha
Monte
Jabalíes
Cazadores
20-09-09
Poda-Cordancas
3
Jesus Cabiedes, Berto y Abelín
27-09-09
La Hoyona
1
Ceci
17-10-09
Barajo
3
Abelín (2) y Manuel
24-10-09
Pámanes
1
Serafín
01-11-09
Arabedes
8
David, José Centeno, Jesus Cabiedes, Primo, Pablo, Francisco, Aníbal y Mena
15-11-09
La Hoyona
0
 
21-11-09
Cotera Oria
3
José Angel, Pedrín y Serafín
26-12-09
Bicobres Norte
8

Lucio (2), Abelín (2), José Angel, Felipe, Manín y Jorge

02-01-10
Pámanes
7
Manuel (2), Ceci, José Centeno, Benjamín, Santos y Francisco de la Vega
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