Cuadrilla 103

 

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La niña bonita para la cuadrilla 103 en Bicobres

Se bajaron quince jabalís

 

Componentes de la cuadrilla 103 con los quince jabalis que se mataron en el monte de BedoyaNo se lo que ocurre a los cazadores cuando hay que cazar en Bedoya. Tienen otra disposición distinta, otro semblante, otra cara de satisfacción. Y eso es lo que se adivinaba en los rostros de los componentes de la cuadrilla 103. Seguro que durante la noche alguno tuvo pesadillas y soñó con los jabalís, pero al día siguiente nadie se acordaba del mal sueño. La alegría y las expectativas ante una buena jornada de caza predominaba entre todos los cazadores.

A las ocho de la mañana ya estaban en San Pedro donde tenían que presentar la documentación ante la guardería. Al mismo tiempo, Jorge, como jefe de la cuadrilla, se encargaba de facilitarles los últimos adelantos del día. "Vamos a cubrir desde el Collau hasta la Peña las Segás, Canalmayor, Jayumenudu, Sotoja y Puentevau. Los perros van a entrar por la Cabanilla y el Cercau. Estuvimos mirando el monte y hay muchos jabalís, está el monte muy revueltu..."

Así se hizo y apenas pasaban las 9 de le mañana y ya estaban los de los puestos camino de ellos. Y jabalís claro que había, ya que los que iban a cubrir a la Peña, al subir por el camino de Jayumenudo tuvieron que levantar el pie del acelerador para detenerse y no atropellar a un jabalí que les cruzó el camino a toda velocidad. Era un buen presagio.

Cuando entraron los perros en el lote, empezó la función. Pocas veces los monteros trabajaron menos que hoy porque fue soltar los perros y ya no los volvieron a ver. Había demandas por todas partes y los jabalís salían hasta debajo de las piedras. Las emisoras echaban chispas anunciando su presencia y a las 9 y media empieza el festival de verdad en forma de ruido, pero un ruido muy bien acompasado. En vez de disparos aquello parecía una traca por todos los rincones del monte.

El primero que anunció la muerte de un jabalí fue Juanjo Heras que en Jayumenudu truncó la huida de un buen marrano que pretendía evadirse de la quema. Pasaba de los 80 kilos.

Unos minutos más tarde fue Nel que estaba en Praurredondu y de dos disparos tumbó al segundo de la mañana. No era malo tampoco.

En la Fuente Taruey, Ceci fue el que hizo lo propio con el tercero, aunque este era bastante más pequeño.

Disparos, disparos y más disparos.., aquello ya pasaba de traca. Los jabalís salían de sus encames sin que llegaran los perros que se volvían locos ante tanto rastro.

Ahora le llegó el turno a Primo que necesitó dos disparos para derribar al siguiente de la serie. Los mismos que necesitó para detener minutos más tarde al segundo de su cosecha que pretendía también escapar de la chamusquina. Era el quinto y no hay quinto malo pues pasaba de los ochenta kilos.

Un invitado, Iván Sáiz, se encargó de frenar al siguiente. Venía por delante de los perros y no tuvo muchos problemas para soltarle dos petardos para adormecerle.

Cuando la cuadrilla 103 baja del monte varios jabalís, seguro que alguno de ellos le cobra José Angel, el de Cobeña. Tiene una gran puntería y hoy, una vez más, lo demostró. Estaba situado cerca del Llanu Cerezal y hasta allí se le presentaron varios jabalís que venían en reata. Primeramente apuntó al que venía en cabeza. No necesitó volver a mirarle porque se dio perfecta cuenta que le había dado de lleno. José Angel se revolvió y apuntó a los siguientes vaciando el cargador. De la refriega cayó otra jabalina que era un poco más pequeña que el anterior pero pasaba de los 50 kilos.

Preparando las Eran las doce de la mañana y ya iban ocho. Fue entonces cuando los más corretones empezaban a llegar a Canal Mayor. Allí les esperaba la traca final porque en pocos minutos fue tanto el estruendo que los cazadores tenían miedo que se desprendieran piedras de la Peña ante tanto ruido. Aquello parecía la guerra.

A medida que iban llegando jabalís, les esperaba una desagradable sorpresa para ellos. Allí estaba Abelín, que es otro cazador que donde pone el ojo, no va la bala muy lejos. Hoy lo demostró una vez más. Uno, dos, tres y.. hasta cuatro jabalís inmovilizó en su intento de fuga. No le dio tiempo a disparar a más porque alguno tiene que quedar en el monte.

El joven Rubén, el hijo de Aníbal, tampoco quiso dejar la cacería sin aligerar el rifle y cuando tuvo la ocasión no dudó en hacerlo. El resultado fue un siguiente jabalí para encaramar al remolque.

¿Cuántos van ya..? preguntaba el guarda por la emisora. En esta ocasión le tocó el turno de contar a Jorge que, como jefe de la cuadrilla, hoy apenas tuvo tiempo de coger el rifle; tenía bastante con ir apuntando las piezas que se iban cobrando. "Uno, dos, cuatro, ocho, diez, once.., doce más unu" respondió Jorge. "Casi no se ve el sol, se está nublando el día de tantu humu como estais levantando.....", comentaban desde el Collau por la emisora.

No tardó mucho tiempo Jorge en volver a coger el bolígrafo y apuntar el siguiente. El "culpable" fue Sergio Calvo, que estaba de invitado. Tres disparos tuvo que soltar para ver cómo caía el jabalí.

Entretanto, al hondón de la Valleja de San Pedro estaba Manuel Relea que también quiso participar en la velada. Y no lo hizo nada mal, ya que necesitó dos disparos para aniquilar al siguiente marrano que también pasó de los setenta kilos. No le dio tiempo a Manuel dejar enfriar el rifle porque minutos más tarde se le presentó otro jabalí. Dos nuevos disparos efectuó Manuel con diana, pero no fue lo suficiente para detener al marrano que se metió a lamerse la herida en un zarzal. Ya no salió de allí.

No eran todavía las dos de la tarde y Jorge soltó el bolígrafo para tomar la emisora y avisar a sus compañeros. "No dispareis más, ya hicimos el cupu así que recoger los jabalís y vamos todos para abajo. Ya sabéis que no puede quedar ningún jabalí (muerto) en el monte". Esas palabras fueron suficientes para que la traca cesase.

Al hacer el recuento en Puentevau se contabilizaron quince marranos. "Falta unu, a ver vamos a volver a contar..". El error fue que se contabilizó el que dejó herido Manuel en la Peña de las Segás . "Con quince ya tenemos bastantes, tenemos la niña bonita. Esta tarde me voy con ella ....." .

Solo faltaron los aplausos aunque alguno quizá los dio, porque hubo muchas personas visionando la cacería. Incluso alguien llegó a contabilizar los disparos que se hicieron durante toda la mañana. En poco más de cuatro horas sonaron 86 tiros. ¿Hay quién dé mas?.

"Mañana os quiero ver a todos en Potes, tenéis que ir a comprar munición que el próximo fin de semana tenemos dos cacerías; hay que cazar tanto el sábado como el Domingo y hay que matar otros tantos. Ya veréis qué contentos se van a poner mañana los ferreteros.....", les comentaba Chanchel.

Hoy nadie se acordó del calor, ni de la dificultad de cazar con el monte aún sucio, ni del poco entrenamiento de los perros. Hoy era fiesta en el monte de Bedoya y se celebró por todo lo alto con una gran exhibición de fuegos artificiales.

(Las fotos son de Conchi)

  
CUADRILLA 103
Fecha
Monte
Jabalíes
Cazadores
01-10-11
Cotera Oria
1
José Pablo
09-10-11
Poda Cordancas
1
José Angel
16-10-11
Bicobres Norte
15
Abelín (4), Primo (2), José Angel (2), Juanjo, Nel, Ceci, Iván Sáiz, Manuel, Rubén y Sergio
22-10-11
Pámanes
4
Llorente, Jesús Celada, Pepe y Chanchel
23-10-11
Montecubino
2
José Centeno y Jorge
30-10-11
Bicobres Norte
5
Aníbal, Raúl, Benjamín, Pedrín y Abelín
05-11-11
Pámanes
1
Rubén
08-01-12
Bicobres Norte
10
Benjamín (2), Abelín (2), Sergio (2), Manuel Relea (2), Pepe y David
28-01-12
Margaperas
4
Benjamín, Chanchel, Santervás y Pedrín
04-02-12
Montecubino
Perdida por el mal tiempo
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©Página creada por José Angel Cantero Cuevas