Cuadrilla 103

La cuadrilla 103 mató cinco jabalís en Bicobres

 

Caras risueñas entre los cazadores de la cuadrilla 103 en San Pedro en la mañana del Domingo. Esta noche hubo una hora más para dormir por el cambio horario y hoy se vuelve a cazar aquí en Bicobres donde hace quince días esta misma cuadrilla mató quince jabalís.

"Vamos a meter los perros por aquí, por San Pedro, la Dobra y el Ojeu. Se va a cerrar por la Sieta, el Collau, Címbriu Lárria, Llandelestal y La Burdia", les indicaba Jorge, el jefe de la cuadrilla.

A las nueve y cuarto de la mañana ya avisan que pueden entrar los perros y minutos más tarde empiezan los monteros a dar las novedades de rigor por la emisora.

"Aquí, en la Dobra donde estoy yo, estuvieron los jabalís anoche. Los perros van siguiendo el rastru y se meten para al Ojeu. Tener cuidau los que estáis en la Calleja Sária porque estoy viendo subir gente por el caminu...".

"Atentos los de la Sieta que los perros se volvieron y van para allá...; tener cuidadu que se plantan ahí enseguida....". "Atentu Manín, que se te va por abajo..". A Manín no le dio tiempo a cortarle y el jabalí se escurrió detrás de una pequeña loma. Cuando le vio Manín ya estaba demasiado lejos. El que sí le tiró fue Benjamín que hizo varios disparos pero sin ningún resultado. Echaba la culpa al sol que le daba de cara. "Ya jodístis un jabalí, ahora tener cuidau con los perros que no se os escapen para Cobeña..., les recriminaban los monteros". Pero los perros no saben de rayas ni de otra cosa. Iban como locos detrás del jabalí y rebasaron los puestos. "Era un jabalí guapu, eh".

"Hay que abrir los ojos, que está el día muy despejado para abrirlos", volvían a la carga los monteros. Y es que no les gustó el proceder de los compañeros que estaban de puesto.

"Van dos perros con algo en dirección al invernal de Chanchel, atentos en Puentevau que tienen que estar ya cerca". Suenan cuatro disparos y el silencio se hace eterno. "¿Qué pasó con esos disparos?", preguntaban. "Nada, se escapó..", respondió Seles.

Al poco tiempo, retumba un nuevo disparo. En esta ocasión era en Sarrullá. No pasaron ni 30 segundos y Aníbal coge la emisora para anunciar a sus compañeros: "unu ya cayó, solté los perros y me tropecé con él. Tenéis que venir algunu para ayudarme a sacarle, que yo solu no puedo".

"Nel, ¿cómo tiene la voz esi perru?, ¿la tiene rara?". "No, yo no le veo, pero la voz la tiene clara". "Entonces no es el míu", respondió el montero.

En la Sieta volvió a haber pelea. Los perros habían vuelto dentro de la cacería el jabalí que se había escapado anteriormente. Le vino por la espalda a Benjamín que apenas tuvo tiempo a prepararse para disparar. Pero lo logró, aunque necesitó tres disparos para ver al jabalí a merced de los perros que enseguida llegaron. Pesaba unos sesenta kilos, pero de boca, nada de nada.

En los Llanos de Enebro los perros de Raúl levantaron de su encame a cuatro jabalís que marcharon todos en distinta dirección. A uno de ellos le pudo tirar Raúl tres tiros y el jabalí siguió su ruta riega abajo, pero el montero se dio perfecta cuenta de que no iba a ir muy lejos. "Le dí, va tocau de atrás, se la metí por el culu..." decía socarronamente por la emisora. "Yo creí que tu no hacías a eso...", le contestaron. Minutos más tarde le remató Sergio en la riega de Jaltrabe donde estaban los perros ya mordiendo ante la ya poca resistencia del jabalí.

Otro compañero suyo la emprendió por el monte de Lomberu, cruzó por Retorturas y se plantó en San de la Sierra. Allí estaba Pedrín, el del Bodegón, que se percató de su presencia al ver moverse las argomas. Los perros aún no habían llegado, pero Pedrín estaba atento y dos disparos fueron suficientes para verle hincar las patas. Tampoco era muy grande.

"En la Sieta acaba de enganchar un jabalí a dos perros...", se oye por la emisora. "Es la perra de Sergio y el Palomo, el perru de Chanchel. El jabalí está metíu en un bardal y no sale". Cuando se acercaron los monteros le pudieron ver escurrirse en dirección a Palmín, pero ya lejos de las escopetas. "Algo le pasa, ¿no ves que anda con dificultad?. Esi jabalí tiene una pata mal, seguro que en alguna cacería le atizaron". Pero no le volvieron a ver más y los perros tampoco se los metieron ante la agresividad demostrada por el marrano. Los perros heridos tuvieron que cogerlos y llevarlos hasta el veterinario.

Eran ya las tres de la tarde, cuando Jorge manda recoger perros y jabalís y bajar para echar la parte de Sierratama y Cobeña. En la vuelta de la Prá había visto por la mañana Mena a cinco jabalís a la orilla de la carretera. Esos no pudieron encamar muy lejos pues ya era casi de día cuando los vio el cazador, pensaban todos. Pero se confundieron, porque los jabalís no aparecieron.

Donde sí que asomaron fue en la parte de Cobeña. "Bajan cuatro por la orilla de la Peña en dirección al pueblo, poneros unu en el Pedregal y allí los atizáis que por ahí tienen que pasar", avisaban por la emisora. Pero los jabalís se dieron la vuelta y se les perdió el rastro. "Dejarlos, que ya saldrán a la Sieta a los puestos", pero tampoco se dignaron presentarse por allí.

De pronto, ...pumm, pumm, pumm. "Falló....., esi jabalí corre muchu..", comentó alguien que estaba viendo la maniobra. "Pues que no vayas tu como va él, ¿no ves que va a trompicones?", le respondió el cazador. Los tres disparos seguidos de Abelín fueron suficientes para que el marrano recorriera unos metros antes de caer de bruces. Era el quinto de la jornada.

"Chanchel, el Galvanas tuyu salió al camino, ¿quieres que te le coja?. "Sí, cógele, que tiene que estar jodidísimo". ¿Sabes algo del Palomo? (el perro herido), le volvieron a preguntar. "No me llamaron, pero seguro que tendré que ir esta noche al velatorio", respondió el montero resignado.

Mientras mantenían este diálogo, el vuelo rasante de un helicóptero les cortó la conversación. "Esti ya viene a por Palomo..", dijo Chanchel. Pero no, el helicóptero se fue derechito a realizar un rescate de una persona que estaba colgada en la pared del Agero.

Y en cuanto a Palomo, decir que necesitó 106 puntos. Ahora a esperar su evolución.