Cuadrilla 141

La cuadrilla 141 bajó solamente dos jabalís de Panda Carrielda

 

Excelente día para cazar el que amaneció el sábado en Liébana. Después de mucho tiempo, por fin llegaron las ansiadas lluvias que tanto necesitaban los campos y aunque la mañana estaba fresca, a lo largo del día salió el sol pero sin calentar mucho. La cuadrilla 141 se reune en el aparcamiento de los Llanos pues hoy toca cazar en el lote de Panda Carrielda. Había un buen ambiente entre los cazadores, ya que a la buena climatología, hay que sumar el que tienen que cazar en un lote de los mejores de Liébana. "Si no bajamos hoy del monte con media docena, es que somos muy malos......", arengaba Primo a sus compañeros. "Sí, terciaba Jorge, ayer estuvieron Chanchel y David pateando el monte y dicen que hay muchos jabalís".

Tino, el jefe de la cuadrilla, fue el encargado de dar las últimas instrucciones, mientras los cazadores iban presentando las acreditaciones ante la guardería. "Hoy tenemos que tener cuidau, va a pasar una carrera dentro del lote y hay que estar atentos, no vayamos a armar una gorda. Vienen desde San Vicente de la Barquera por encima de Brez, Aliva y bajan a Espinama".

Con esta advertencia, dio comienzo la cacería. Eran las 9 y media de la mañana cuando se da orden que entren en acción los monteros con los perros y pronto empezó la emisora a emitir: "Acaban de levantar dos jabalís, no los llegué a ver, pero por las pisás parecen bastante buenos, van para la zona de Tanarrio". "Atentos que se meten pa el ríu......". Y atentos estuvieron pero en esta ocasión nadie los vio pasar, solamente lo pudieron comprobar cuando llegaron los perros.

Minutos más tarde, por encima de Brez, estaba de puesto Enrique Cueto, de Turieno. El sonido de los perros le alertaron de que llevaban "mercancía". Enrique se apostó detrás de un roble y esperó. De pronto, un ruido extraño inunda la zona. "Es el jabalí.......", pensó Kike. El cazador se transformó en una estatua, aguantó la respiración lo que pudo y cuando vio asomar al marrano le soltó dos disparos que fueron suficientes para matarle y ver cómo llegaban a continuación los perros para morderle a discreción. Era el primero de la jornada y además un buen ejemplar.

Por todos es sabido que el perro y el montero son una parte muy importante del éxito de la cacería. Hoy se demostró porque unos y otros trabajaron mucho y bien. Otra cosa es que luego los compañeros que estaban de puesto acertaran con las escopetas. Salieron muchos jabalís, pero por unas causas o por otras casi todos lograron evadirse y quedarse en el monte. Le ocurrió a Tino, que por dos veces los tuvo delante suyo y las dos veces se le escaparon, y eso que estaban relativamente cerca. "A unu le tiré un tiru como a veinte metros y no le toqué, no le tiré más porque pasó como un rayu y no me dio tiempu", decía luego el cazador.

Los perros también llevaron otro jabalí hasta los puestos donde se encontraban Angel, el gasolineru de Potes, y un trozo más arriba Ramón Gaipo. Angel le tuvo en la mira, pero pensó que Ramón le podía tirar mejor que él. A Ramón le pareció lo contrario y tampoco le tiró, total que el marrano se marchó entre uno y otro y seguro que aún se está riendo de los dos cazadores.

"Ahí va un jabalí..., atentos los que estás arriba, que pa allá va", pregonaba Mena por la emisora. Los perros llevaron al marrano donde estaba Pascualín, de Sarceda, que hoy estaba de invitado y no se puso nervioso para soltarle un par de tiros. Con el primero le dio, pero el jabalí pudo seguir su marcha aunque a un ritmo inferior. Tuvo que rematarlo con un segundo disparo para verle tumbado en el suelo a merced de los perros que mordieron a rabiar.

Salieron más jabalís, pero en el monte se quedaron. "Somos muy malos......", volvió a repetir otra vez Primo. "Se pudieron matar unos cuantos y solo bajamos dos. La verdad que algo de culpa tienen la cantidad de gente que andaba hoy por el monte de la ruta esa que hicieron, pero mayor culpa tenemos nosotros que no afinamos con los que sacamos del escondite".

Llevaba razón el cazador, porque los fallos aparecieron más de la cuenta, otro día será diferente. Seguro que la próxima semana, que toca cazar en Barajo, va a cambiar. Además dicen que este año por Lamedo hay muchos jabalís. A ver si es verdad.