Cuadrilla 141

La cuadrilla 141 se conformó con la media docena en Bicobres Norte

Con gorros tapandose las orejas y la cara se presentaron los cazadores en San Pedro de Bedoya para cazar en Bicobres Norte. La helada era fuerte, pero en cuanto saliera el sol seguro que iban a calentar.

Mientras presentaban las acreditaciones, Jose Llorente, como jefe de la cuadrilla, les fue informando: "Estuvimos estos días en el monte y vamos a echar la cacería por aquí abajo. Vamos a cortar desde Sierratama por Lusía, el cortafuegos, Llandelpozu hasta Carondinu. Hay jabalís, así que atentos, a ver si acabamos para mediodía. Si no se hace el cupu, por la tarde echaremos la zona de Cobeña. Ahora los perros entrarán por Sierratama y el Riulallena".

Cuando entraron los monteros se pudo comprobar que los jabalís estaban en el lote. Los perros cogieron demanda y pronto se oyeron los primeros disparos. En esta ocasión fue Bada, de Cobeña, que estaba de puesto en Llandelpozu y solamente necesitó hacer un disparo para ver rodar un jabalí. Pero el marrano logró sacar fuerzas de donde no las tenía y siguió su camino. No fue muy lejos ya que Felipe, que estaba en el siguiente puesto, solo tuvo que rematarle para que dejara de sufrir.

Los perros de Aníbal levantaron a un jabalí de su encame en el Ríu de la Llena. El marrano la emprendió monte arriba y en la Molinera estaba el montero para pararle en su intento de huida. Cuando Aníbal se acercó a la bestia no se lo creía: "Acabo de matar un jabalí que no tiene boca. Le falta todo el morru, solo tiene la lengua. No es de hoy, se conoce que ya le hirieron en anteriores cacerías". De hecho el marrano tenía poco peso.

"El podenco de Abel el de Luriezo acaba de levantar, atentos los que estáis en Lusía, que para allá va". Pocos minutos después se oyen un par de disparos para, a continuación, pregonar por la emisora Chico: "Acabo de matar unu, no es muy grande, pero está muy gordu".

En el "Haya del furtivu" estaba hoy de puesto Mena que vio cruzar un jabalí en dirección a Fuente Grillosa donde estaba Ceci. "Ahí te va, Ceci, ahí le tienes. ¿No le ves.....?". Pero Ceci, pese a estar atento, no le pudo divisar. El jabalí pasó justamente por el medio de Ceci y de Luismi que estaba en el siguiente puesto. Minutos más tarde le vuelven a avisar a Ceci "Ahí te va unu, es pequeñu......". Ceci le vio venir entre las hayas y cuando le metió entre la mira del rifle, el jabalí se dio la media vuelta y ya no le pudo disparar, quedando en el monte para otra ocasión, con el desconsuelo del cazador que se las prometía muy felices.

El que no falló fue Lucio que estaba en el Pañeu cuando vio asomar un jabalí procedente de la Molinera y quería adentrarse para la zona de Fuentelaespina. Pero Lucio no le dejó llevarlo a cabo ya que dos disparos fueron suficientes para dejarle a merced de los perros.

Otro que tuvo ocasión de disparar fue Emiliano, de Armaño, que estaba colocado en el cortafuegos. El jabalí se asomó entre unas argomas, oteó el horizonte y no divisó nada, así que decidió cruzar el cortafuegos, pero Emiliano que estaba muy atento le pudo disparar a la vez que notó algo raro en la forma de correr del jabalí. Cuando se acercó al marrano, pudo comprobar que el jabalí tenía amputada una de las patas delanteras. "Acabo de matar un jabalí que solo tiene tres patas. Le falta una pata de adelante casi entera, pero eso no le impedía correr, casi se me escapa. Ya lo tiene bien cicatrizado, así que la avería no es de este año", informaba el ufano cazador a sus compañeros. Y digo ufano porque Emiliano lleva una fantástica racha, tocando pelo en las tres últimas cacerías.

Era ya casi mediodía cuando los perros de Sergio levantaron un jabalí en Frontera y que llevaron hasta la Molinera donde el mismo Sergio se encargó de pararle los pies con un par de disparos.

Por la tarde, Llorente avisó a la cuadrilla que iban a echar la parte de Cobeña. Pero no hubo mucha suerte porque los perros estuvieron un par de horas recorriendo la zona y no salió ningún jabalí, así que a las cinco en punto decidieron darla por finalizada con media docena de jabalís en los remolques. "Recoger los perros que veais y vamos todos a San Pedro. Ya sabeis que la cacería de mañana en Raíz Acebal está suspendida, así que más tarde vamos a cenar todos a Ojedo donde los Guardo. En San Pedro me decís los que vais a ir", les indicó Jose Llorente. Allí, al lado de la chimenea, remataron la cacería hasta bien entrada la noche. Seguro que algún jabalí más fue abatido durante la velada......