Cuadrilla 31

La cuadrilla 31 mató tres hermosos jabalís en Barajo

A las ocho de la mañana ya estaban preparados los componentes de la cuadrilla 31 en Puente Asnil para ir a cazar a Barajo, que está por la zona de Buyezo y Lameo. "Vamos a cubrir desde Lameo hasta el Portillo de Brañes y desde allí por las aceberas para bajar por la riega de Tormes. Los monteros van a entrar por Buyezo y Lameo. Estuvimos el jueves viendo el monte y hay jabalís, así que atentos que hoy la vamos a armar", les indicaba Juan Carlos como jefe de la cuadrilla.

Al poco de entrar los monteros, Berto (de San Miguel, que estaba de invitado) cortó un jabalí muy grande y tuvo que llegar hasta la cama con los perros de trilla para que el jabalí saliera. Si no es por el montero, el marrano no hubiera salido ya que amparado en su corpulencia hacía frente a los perros. Una vez que se decidió a abandonar el encame, emprendió una veloz carrera por la riega de Tormes hacia arriba. Allí estaba de puesto Tasín que estaba muy atento oyendo el cántico de perros. Dos disparos fueron suficientes para ver al jabalí rodar hasta quedar en la riega a merced de los sabuesos.

Berto, o mejor dicho, los perros de Berto hoy se erigieron en protagonistas, ya que media hora después uno de ellos volvió a encontrar otro jabalí también en su encame. Y ocurrió lo mismo que con el anterior. Tuvo que acudir el montero para ayudar al perro hasta que el jabalí se decidió a abandonar su morada. Era aún mayor que el anterior y el marrano siguió la misma ruta y el mismo destino que su compañero ya que Luis, el "Tejeru" también estaba atento y solo necesitó un disparo para que los perros pudieran morder a rabiar.

Parecía que hoy no había más perros que los de Berto, ya que seguidamente levantaron a otro jabalí, pero en esta ocasión el marrano logró escabullirse entre los puestos sin ser visto en dirección al collado de Tormes.

Otro invitado hoy fue Agustín, de Pesaguero, que también tuvo la ocasión de disparar a un jabalí que iba sin perros pero en esta ocasión el marrano también logró quedarse en el monte para otro día. La misma suerte corrieron los jabalís que levantaron en el Brezalón los perros de Basilio y de Carlos Gutiérrez.

"Atentos en Brañes que os va un jabalí en esa dirección...". Pero nadie le vio pasar, únicamente se dieron cuenta cuando llegaron los perros y rebasaron el límite. Para los canes no existen límites ni rayas, pero saben muy bien dónde están las escopetas. En esta ocasión lograron volver a meter al jabalí en el lote y por encima del pueblo de Lameo le tiró Miguel Angel, pero sin mucha suerte ya que el jabalí logró quedarse en el monte.

El que no se quedó en el monte fue otro jabalí que le salió de imprevisto a Carlos Posada, de Viñón, en el Brezalón. Salió de su encame sin que los perros le acosaran y Carlos se echó el rifle al hombro y de un disparo le vio dar un salto y unos metros más adelante caer de bruces. Para no desentonar con sus hermanos, era también grande.

A última hora llegaron los perros de Angel Gutierrez de levante, que traían dos jabalíes hacia el pueblo de Buyezo (uno de ellos muy grande), pero no hubo suerte y se escaparon hacia Arretuerto.

Eran las tres y media de la tarde y Juan Carlos, en vista que habían andado ya todo el lote, les avisa: "Vamos a coger los perros y bajar todos ya a Puente Asnil. Hay que ir esta tarde a ver la cabalgata de Reyes, así que todos para abajo". Y así hicieron.

Resumiendo, fue un buen día con una temperatura agradable, aunque en los puestos altos pasaron algo de frío. Pero salieron bastantes jabalís, los perros pudieron trabajar bien y la mayoría de tiradores también tuvieron ocasión de gastar la munición, aunque la puntería no estuvo muy fina. Otro día cambiará. Y que los Reyes se porten bien con todos.