En este mundo todo tiene su principio y su final. Después de casi seis meses la cuadrilla 103 va a dar hoy por finalizada la temporada. Es la última cacería de las diez programadas, y hay que ir a cazar al lote de Dobra Regaos, que está situado en terrenos de Aniezo y Luriezo hasta el Cuernón en la cordillera de Peñasagra. En principio es un buen lote.
A las ocho de la mañana ya estaban los cazadores en Ojedo, donde los “Guardo”, lugar donde había que presentar las acreditaciones y recibir las consignas de Jorge, el jefe de la cuadrilla. “Vamos a echar en principio la zona alta del lote, desde la Trapa y la pista que va del Dornacu a la ermita de la Virgen de la Luz hacia arriba. Me dice también el guarda que hoy se puede matar un lobo, así que si le veis, no dudéis en dispararle. El lunes vieron cuatro juntos que pasaban encima de la ermita de la Luz”, les avisa.
Apenas colocados los puestos, suenan los primeros disparos bastante encima de la ermita. “¿Qué pasó’ ¿quién fue el que tiró?”, preguntaba el jefe de la cuadrilla. “Soy yo, que acabo de ver cinco jabalís que cruzaron en dirección a Polaciones. Les tiré desde muy lejos. Pensé en principio que se volvían al lote, pero por fin traspusieron para Polaciones”, avisaba Manuel Relea.
Enfrente de la Trapa levantaron los perros de Pepe, el de Ojedo. El jabalí se metió monte abajo, en dirección a Somaniezo. El mismo Pepe le pudo tirar en Fuentelateja, pero el marrano logró escaparse para el lote de Arretuerto y los perros tras él.
Lo que parecía que iba a ser una cacería animada, a medida que pasaba el tiempo se fue enfriando. Y no precisamente por la meteorología, que hizo un gran sol, sino porque no salían jabalís. Los monteros se desesperaban por la brega de los perros en las empinadas cuestas del terreno, pero con nulos resultados. Únicamente fueron los perros de Sergio los que cogieron una demanda por encima de la majá de Cahecho y se pasaron para la zona de Bedoya. Hasta la Molinera, enfrente de Pumareña, tuvo que ir el montero a buscarlos.
En vista del escaso éxito, al mediodía Jorge manda cambiar algunos puestos y echar la zona que va desde el Dornacu al collau de Orticeu y el escobal de Quejo, en la Peña de las Segás. Parecía que el día iba a reanimarse porque pronto avisa Adrián que “llevan los perros una buena demanda, van muy calientes. Atentos los que estáis en el Dornacu…….”. Un trozo más debajo de la cabaña, cerca del depósito del agua, estaba situado Chico que enseguida se preparó por si el jabalí se atrevía a pasar por allí. No tardó mucho tiempo en verle salir del robledal y cruzar en su dirección, así que Chico le buscó con la mira y cuando le tuvo cerca le disparó un tiro en todo el costillar que fue suficiente para verle dar las últimas convulsiones y dejarle a merced de los perros.
“No hay jabalís……”, comentaban los monteros. “Si hay lobos, los jabalís escapan…....”, respondía Benjamín. Pero los lobos tampoco aparecieron. Tanta era la desolación de los cazadores, que algunos ya se fueron retirando de los puestos. Tuvo que ser Pepe el que revolucionara de nuevo el “gallinero”. El montero tuvo que ir a buscar los perros que se habían cebado por la mañana con el jabalí que escapó, hasta cerca de Buyezo y cuando regresaba de nuevo al lote, se sorprendió con la algarada que éstos armaron. “Estoy debajo de la ermita de la Luz y aquí hay jabalís. Fui a buscar los perros y al pasar por aquí me avisan que hay jabalís. Están muy calientes, los tengo amarrados, pero tenéis que venir a ayudarme porque hay un brezal muy grande y hay que rodearle, así que venir que estoy debajo mismo de la ermita”.
Allí se presentaron enseguida media docena de cazadores que rodearon el brezal, soltando Pepe los perros. No hubo que esperar mucho a que saliera un jabalí que Jorge se encargó de frenarle con un par de disparos.
Eran ya casi las cuatro de la tarde y el mismo Jorge les comentó: ¿Qué os parece si bajamos a Cahecho y comemos algo?. En vista de la poca presencia de jabalís, nadie protestó, así que en la posada de los Guardo se dieron un banquete, donde se dio por finalizada una temporada que en su conjunto se puede catalogar como excelente, donde se mataron muchos jabalís y se pasaron ratos muy agradables. Ahora a engrasar las armas, guardar la munición y esperar al próximo año, que el mes de setiembre está ya ahí mismo…..
(Información de Abelín) Si quieres ver un vídeo de la cacería pincha aquí: |