La cuadrilla 103 bajó con el cupo (10) de Arabedes
La cuadrilla 103 volvió el pasado sábado al monte, concretamente al monte de Arabedes, el mejor lote, sin duda, de todos los lebaniegos. Bonita mañana la que amanecía en Ojedo, donde se presentaron los cazadores para recibir las instrucciones del jefe de la cuadrilla y hacer las presentaciones ante el guardería.
“Vamos a echar la zona desde Castro hasta Colio, a ver si hacemos el cupo. Estuvimos viendo el monte y parece que en éste lote hay jabalís hasta debajo de las piedras. Los monteros vamos a entrar por Castro y arriba vamos a cerrar por la parte de Colio, la Peñuca, el collau Arenas, y la orilla de la Peña. Creo que con eso tendremos bastante”, las anunciaba Chanchel el jefe de la cuadrilla.
Eran las 9 y media de la mañana y ya estaban todos colocados en sus puestos y los monteros con los sabuesos dispuestos a recorrer el lote. No se tardó mucho en oir los primeros ladridos. Por encima de la depuradora de Castro los perros de David empezaron a cantar y no desafinaban ya que enseguida se encontraron con un jabalí que emprendió una veloz carrera. El resultado es que Emilio Gómez, también montero, le pudo tirar varios petardos y el jabalí se metió en el río de Colio con escasas ganas de seguir corriendo ya que la metralla le había hecho pupa. David fue el encargado de rematarle.
Más abajo, al inicio del desfiladero, estaba Benjamín esperando a alguien que le hiciera pasar la mañana algo entretenida y lo consiguió ya que se le aproximó un jabalí que intentaba cruzar el río Deva. No corría mucho, pero Benjamín esperó a que el marrano cruzara el río (no baja mucha agua) y cuando así lo hizo, el jabalí se sacudió el agua y no le dio mucho tiempo a más, ya que Benjamín le soltó un pepinazo dejándole seco. “Aquí tengo al jabalí; éste ya libró batallas anteriores, ya que le falta una de las patas de atrás.”, anunciaba Benjamín.
La mañana se animaba y enseguida entran en funcionamiento los puestos que estaban en La Parte, por encima del pueblo de Colio. “Atentos arriba, atento Jesus que te va derechu, es bastante grande”, le avisaba Primo. Jesus lo oyó perfectamente, se puso firme, quitó el seguro del rifle, esperó unos momentos hasta que vio aparecer al jabalí. Pumm, pummm, dos disparos fueron suficientes para ver al jabalí rodar unos metros y quedar inmóvil. Era un buen ejemplar, de unos 80 kilos.
Cerca de Castro, donde la ermita de San Francisco estaba Mariano Cueto y paró los pies a otro jabalí que intentaba cruzar el Deva. No le dio tiempo a chapuzarse ya que Mariano le quitó esas intenciones.
Posteriormente se oyó un único disparo en el Collau Arenas. “¿Qué pasó por ahí?, preguntaba el jefe de la cuadrilla. “Me vino por detrás un jabalí y en cuanto le vi asomar el hocicu le disparé y se volvió pa trás. Tenía que haber esperau un pocu….”, contestaba Nel.
El que no esperó fue el joven David Fuente que estaba por debajo del puente de Colio. Se le presentaron tres jabalís y el nerviosismo y las lógicas prisas, no le dio tiempo nada más que soltarles un disparo que solo sirvió para asustarles y emprendieran una veloz carrera.
Pero no todos tuvieron esa suerte, porque en la zona alta, en La Parte, empezó de nuevo a sonar la munición. “Acabo de matar un jabalí, casi se me escapa porque no le ví hasta el último momento. Aquí le tengo ahora con los perros”, anunciaba Serafín Alles.
No había terminado de hablar Serafín cuando un poco más abajo suyo se escuchó de nuevo la metralla. “Sí, aquí tengo a otro”, comentaba Javier Bada.
En el rio de Colio también quisieron organizar fiesta. Y es que un enorme jabalí salió dando unas buenas bocanadas. El montero Emilio Gómez pudo echarse el arma al cuello y vaciar la recámara. “Creo que le dí por atrás, se retorció pero siguió en dirección a Pendes”. El jabalí, logró cruzar los viñedos y praderas hasta llegar muy cerca del pueblo. Allí se escudó en un bardal y aunque los perros que le seguían intentaban sacarle, el marrano se resistía. Eran varios los perros que lo acosaban, pero el jabalí se hizo el fuerte y no quería salir, hasta que por fin decidió escapar, pero allí estaba Sergio que de un único disparo le dejó dormitando por los siglos de los siglos. “Es muy grande, es enorme, tiene una buena boca, yo creo que pasa de los 100 kilos”, anunciaba Sergio.
“El miu es más chicu, le acabo de matar”, anunciaba Jesus que de ésta manera lograba el doblete por encima de Colio.
Manuel Saiz Cano, conocido por Lolo, tuvo la fortuna de parar los pies a otro jabalí y a la vez estrenarse ésta temporada.
Y quedaba la guinda para rematar la jornada. El joven Manuel Cuevas estaba cerca del Collau Arenas y allí se le presentó un jabalí. No era muy grande, pero lo suficiente para que Manuel se estrenase en su afición por la caza. Hace pocas fechas que sube al monte con arma y hoy la calentó de maravilla. Pum, pumm, pummm, pummm….. “Le dí con los dos primeros pero luego fallé con los tres siguientes. Los dos últimos ya fueron para rematarle”, comentaba luego. Seguro que anoche soñó con el jabalí, pero orgulloso y contento le subió al remolque. Enhorabuena, Manuel.
Y se terminó la jornada cuando apenas pasaban unos minutos de las 12 de la mañana. En Ojedo, donde los Güardo, esperaban las mesas puestas para recibir a los cazadores. Sopa de marisco o garbanzos; de segundo, un plato con dos huevos fritos, patatas fritas, dos filetes de lomo y picadillo, con postre, vino, café y chupito para quien quisiera, pusieron punto final a una bonita jornada de caza.