Fría, muy fría la mañana de ayer sábado cuando los cazadores de la cuadrilla 103 se acercaban a Ojedo para hacer las presentaciones y recibir las advertencias de rigor de Chanchel, el jefe de la cuadrilla. En la barra del restaurante de los “Guardo” no cabía un alma y la cafetera echaba humo de tanto trabajar. “En el coche marcaba 4 grados bajo cero”, apostillaba Manuel Cuevas.
Hoy hay que ir a cazar muy cerca, en el lote de Bicobres Sur que está por encima de Ojedo y Frama y sube hasta Peñalaju. “Por la mañana vamos a cubrir hasta el Collau de Hoz, toda la zona de Llayo y San Tirso. Los monteros van a entrar por el cementerio de Ojedo y por Casillas. Por la tarde echaremos la zona alta del lote”, les anunciaba el jefe de la cuadrilla.
Una vez todos colocados, empieza el trabajo de los sabuesos y parecía que los jabalíes habían desaparecido. No encontraban demanda, hasta que por la emisora anuncian que “los perros llevan dos jabalís, pasaron por encima de la ermita de San Tirso en dirección al Collau de Hoz”. Los tiradores se pusieron en máxima alerta, pero los jabalís son más hábiles. Uno de ellos cruzó en dirección al colmenar de Mari y el otro se metió en dirección a Llayo. “A mí me pasó uno de ellos no muy lejos; por cierto, era bastante grande, pero no le pude tirar porque iba todo el tiempo metido entre los matos y no me salió a la pista donde yo estaba”, comentaba luego Angel Cuevas. El jabalí pudo encontrar sosiego al llegar a Lusía cuando ya estaba fuera del lote. El otro jabalí corrió peor suerte, ya que cerca de la riega de Llayo se encontró con el montero José Antonio Posada que tuvo que echar a correr para poder cortarle la ruta y de un par de disparos le dejó a merced de los perros.
Por encima de Casillas, los perros de David cogieron demanda y sacaron de su escondite a un jabalí que emprendió una veloz carrera. No muy lejos de allí estaba el propio David para pararle los pies. “Aquí le tengo patas arriba”, avisaba el montero.
Era ya mediodía y Chanchel les anuncia que van a echar la parte alta del lote, hasta Peñalaju. El resultado fue bastante pobre ya que los sabuesos solamente sacaron a un jabalí que pudo eludir la “quema”, ya que pasó por la nave de los Guardo, donde no había puestos, en dirección a Cahecho, escapando del lote.
Y así terminó la jornada. Hoy resultó sosa, salieron solamente cuatro jabalís y se mataron dos, con el agravante de que los cazadores que estaban en los tiros no hicieron ningún disparo. Hoy se ahorraron la pólvora, ya que los dos que mataron fueron dos monteros.
“Vamos a comer la paella, que me dijeron que hoy tenemos paella en los Guardo”, les anunciaba Chanchel. Y así fue, una rica paella mixta y de segundo un par de huevos con patatas fritas y picadillo, con café y chupito, pusieron a los cazadores otra vez alegres y entusiastas. “Nos queda la cacería de Buyezo (para el día 26 de Febrero) y vamos a ganar el trofeo “Pichichi” por ser la cuadrilla que más jabalís mató en la temporada. Acaban de decir que la cuadrilla de Lebeña mató hoy siete jabalís y se nos puso por delante con tres piezas. Nosotros llevamos 45 jabalís. Ellos ya acabaron la temporada, así que, si nosotros ese día matamos cuatro, nos pondremos en cabeza”. ¡A por ellos!!!
Informó: Angel |