Después de la nieve que cayó en los días pasados, la cuadrilla 103 volvió a subir al monte para cazar en el lote de Poda Cordancas, o lo que es lo mismo, por la parte de Lebeña. Debido al agua caída el día anterior el nivel de la nieve subió bastante, así que “vamos a cubrir la zona de abajo, desde el río Deva, por el caminu vieju y por arriba hasta el Cantu las Huertas, cerca del Collau de Arceón”, les advertía Chanchel el jefe de la cuadrilla.
Una vez colocados los puestos entran los monteros a escena y cerca del puente de Juancho, por el Canalón, los perros de David sacaron un jabalí que transportaron hasta terrenos de Peñarrubia, saliéndose del lote. Más tarde volvieron ellos solos, sin el jabalí, claro.
Pero hoy donde de verdad se armó la contienda fue alrededor del Caminu Vieju, una zona cercana al encinal donde estaban los jabalís encamados. Por allí estaba Manuel Relea que de jabalís sabe un rato. Se le presentaron tres jabalís en fila india y Manuel enfiló el rifle al primero que cayó rodando unos metros. El segundo que venía logró escapar antes que Manuel tuviera tiempo de volver a disparar, cosa que hizo con el tercer intruso, que recibió la pólvora que le soltó. De una tacada ya se habían matado dos jabalís.
Desde los invernales del Pando avisan que…., ”estoy viendo un jabalí que se metió por encima del pantanu en un urcial y no salió, hay que meterle los perros”. Allá se presentó José Angel Posada con los sabuesos y no tardó en oir los alaridos del can y ver cómo tenía parte de las tripas fuera. “Ya me le mató, ya me le mató……”, comentaba Posada. Bueno, la cosa no fue tan grave como parecía en principio, ya que el veterinario le pudo poner remedio al incidente.
El jabalí seguía en su escondite y allí se juntaron varios monteros, hasta que el marrano decidió salir y un invitado, Francisco el de Cóbreces, le mandó a descansar. Era un jabalí muy grande con una buena boca.
Cerca del pantano estaba también Aquilino que le salieron tres jabalís y Aquilino no dudó en disparar varias veces con el resultado de ver un hermoso jabalí inmóvil con los perros encima. Los otros dos pudieron escapar de la quema.
“Acabo de ver un jabalí que me pasó por detrás, no le pude tirar porque se metió rápidamente al monte. Le llevan los perros de Sergio y va monte arriba. Atentos los que estáis por esa zona”, advertía Kiko el de Pendes a sus compañeros.
Más arriba, en Fuente Pernal, estaba Jorge que desde allí podía contemplar toda la marcha de perros y jabalí. “Tiene que pasar por aquí”, pensaba Jorge que tomó todas las diligencias para el lance. Y así sucedió, minutos más tarde allí tenía al jabalí y Jorge le soltó un par de disparos para pararle la marcha.
Hubo más disparos como los que hizo un invitado cerca del Caminu Vieju a un jabalí que acusó los impactos, pero siguió su marcha. “Va dejando sangre….”, avisaba el cazador. Le metieron los perros, pero fue inútil su búsqueda, quedó en el monte.
Eran ya casi las tres de la tarde y Chanchel mandó recoger los perros y “vamos a los Guardos a comer los garbanzos”. Unos garbanzos con bacalao o alubias con almejas a elección y de segundo plato carne guisada con patatas fritas. Postre, vino, café y chupito. Así terminó la bonita jornada.
Informó: Angel |