Cuadrilla 31

Por fin se estrenó la cuadrilla 31

Se mataron cuatro jabalíes

Después de la suspensión de la cacería el pasado Domingo por culpa de la nieve, hoy jueves día 14, amaneció un día sin rastro de nubes. Con la luna aún en el horizonte, se reunieron en la Viñona los componentes de la cuadrilla 31, para hacer las presentaciones de rigor y recoger las acreditaciones y permisos para entrar en el lote. Corresponde cazar en el lote de Cuesta Bernizo, para los menos entendidos diré que está por la zona de Lomeña, ayuntamiento de Pesaguero.

La mañana estaba muy fría y a medida que iba amaneciendo, se iba divisando una tupida capa blanca debido a la fuerte helada. Los gorros tapando las orejas, solo permitían ver los ojos de los cazadores; así y todo en el ambiente se notaba algo de inquietud, debido a que aún no se habían estrenado en las tres cacerías anteriores. Pero allí estaba Miguel para animar un poco el cotarro: “Hoy no nos va a estorbar ni la niebla, ni la nieve, ni la vegetación, ni nada….”, comentaba, “hoy va a ser nuestro día”.

Tasín, como jefe de la cuadrilla, fue distribuyendo a los tiradores y una vez ya en sus puestos, se da orden de la entrada de monteros y perros.

“El mejor perru le tengo malu….”, comentaba Angel Gutiérrez, “pero esti otru también trabaja bien”. Y no se equivocó, ya que minutos después ese perro fue el que levantó de su encame un buen jabalí y le fue encaminando hasta donde estaba Aníbal que no dudó en echarlo por tierra. Una gran satisfacción recorrió el interior de todos los integrantes de la cuadrilla.

Ya nadie les podría decir que iban a tener otro cero y el primer jabalí de la temporada ya estaba a buen recaudo. Ahora había que rematar la jornada y bien que se coronó, ya que tres marranos más tuvieron el honor de montar y bajar en coche del monte. Y acatando las normas de circulación, hasta les colocaron el cinturón (por si acaso salían despedidos). No querían sorpresas. Los cazadores que tuvieron el honor de acabar con sus vidas fueron Aníbal con otros dos y Chanquel, el de Lomeña, que como estaba en casa no se quiso quedar atrás.

Las muestras de euforia eran patentes al concluir la jornada. Se mataron cuatro buenos jabalíes y disfrutaron todos de una buena jornada de caza. Hoy fue su día, como vaticinaba Miguel por la mañana.

CUADRILLA 31