La
temporada de caza de jabalí 2006-07 echa el aldabonazo con el
cierre de la campaña en la Reserva del Saja. Parece que fue ayer
cuando, allá en el mes de Setiembre, echó andar la temporada
y fueron casi seis meses hablando de perros, jabalís, montes,
huellas, hozaduras, éxitos, fracasos, fallos, suertes, cenas,
e infinidad de anécdotas, etc,etc.
En el cómputo general de la Reserva
fue un año atípico, donde quedó bastante lejos
el récord de la campaña anterior. ¿Menos jabalís?
Puede ser, aunque también hay que resaltar su presencia en los
lotes, pero siempre dije que es difícil y complicado hacerlos
doblar la rodilla.
En unas ocasiones, la falta de puntería
de los tiradores y en otras la vegetación de los montes (cada
vez con más maleza); hay que mencionar también a la experiencia,
o inexperiencia, y saber estar de los cazadores (no meter ruidos, estar
atentos etc.), los tan temidos y siempre presentes nervios, y por supuesto
también hay que nombrar a los jefes de cuadrilla, que son los
que señalan y marcan los puestos. De ellos depende muchas veces
que se cierre bien un lote, ya que los jabalíes son tan astutos
que de lejos ya saben los lugares que están libres de enemigos.
De todos modos, en conjunto tampoco fue un año tan malo, vamos
a dejarlo en un notable alto, sobre todo en la zona de Liébana.
En
el valle de Bedoya los cazadores, por unas u otras causas que no vienen
a cuento, se distribuyen en tres cuadrillas distintas. Entre las tres
reúnen a un buen puñado de sus habitantes que, en la mayoría
de los casos, les supone la principal y casi única diversión
y esparcimiento que tienen durante el año. Las tres partieron
en Setiembre con la esperanza de lograr una buena campaña. Luego,
los resultados fueron los que fueron, para unos buenos y no faltará
a quien le parecerán pobres.
Me comentaba un veterano cazador que
se acordaba de la época cuando se echaban cacerías y (por
poner un ejemplo) solo se lograba un jabalí. Aquel día
era una fiesta. Ahora se baja media docena de ellos y parece poco. Por
una parte es señal de que hay más jabalís y también,
quizá, mejores cazadores y mejores armas, pero tampoco hay que
ser egoístas. El cazador de antaño yo creo que vivía
la caza de una forma bastante diferente, con más intensidad que
el de ahora. Yo pienso que la caza se vivía así, sin prisas
y de una forma que al cazador le permitía saborearla más
y prolongar el disfrute de ella durante más tiempo. Solo se trata
de pasar un buen día, al aire libre, y si hay suerte…..
Resultado de las cuadrillas
Cuadrilla
31: Esta cuadrilla sufrió
el año pasado una reforma bastante grande en cuanto a cazadores
y monteros. Y como casi siempre, tuvo que pagar la novatada. Las cacerías
son una labor de equipo de toda la cuadrilla, donde todos son necesarios,
y todos los equipos para lograr un buen rendimiento tienen que estar
bien acoplados, entenderse, compenetrarse y esto se notó en las
primeras cacerías, donde tampoco de puntería estuvieron
muy finos. Hasta la cuarta jornada no se estrenaron, para luego terminar
la temporada con un total de nueve jabalíes, que a la mayoría
les sabe a poco. Como cazadores más afortunados, o que tuvieron
mejor puntería, hay que resaltar a Aníbal que, aunque
como invitado de la cuadrilla, logró matar tres marranos, además
en la misma jornada.
Cuadrilla
103: La bomba, sí,
ésta cuadrilla fue la bomba. Logró nada más y nada
menos que treinta jabalís en las seis cacerías reglamentarias;
cifra que pocas cuadrillas podrán superar. Me comentaba Jorge,
el jefe de la cuadrilla, al hacer un balance de la campaña, que
volviendo la vista atrás y recordando una a una todas las cacerías,
en todas se pudo lograr el cupo, ya que hubo oportunidades para ello.
Ambicioso que es el muchacho…., porque también hay que
contar que los jabalíes de tontos tienen muy poco y que la destreza
y puntería de los cazadores tampoco es perfecta.
Los que mejor puntería tuvieron fueron: Ceci, Abelín,
José Angel y Nel que lograron tres cada uno y con dos: Santos,
Manín y Gaspar.
Cuadrilla
141:
Cuadrilla nueva, formada este año, pero con expertos y veteranos
cazadores en sus filas, logrando unos resultados que ni ellos mismos,
allá por el mes de Setiembre, esperaban. Bajaron del monte un
total de 18 marranos. En un principio también necesitó
del correspondiente acople, ya que en la primera cacería, aquí
en Bicobres, se concluyó con un cero, pero una vez que hubo entendimiento
entre todos, los resultados fueron cambiando hasta lograr la citada
cifra.
Los mejores cazadores fueron el joven Ramón y Santi con tres
jabalíes por barba, y con dos: Jorge (padre) y Ceci, que asistió
como invitado. A éstos dos que mató Ceci, hay añadirle
los tres que mató con la cuadrilla 103, logrando la suma total
de cinco marranos, lo que le convierten en el número uno de la
temporada.
Aquí
me viene a la memoria una publicación que leí hace pocos
días y que contaba que antiguamente en el Amazonas, los mejores
cazadores eran tan admirados, que contraían matrimonio más
fácilmente que los demás y el regalo de las piezas cobradas
a familiares y amigos les hacían ser muy bien considerados. A
ver si alguno se anima y cunde el ejemplo.
Y para terminar voy a hacer una simple
comparación con las campañas anteriores. Vemos que en
2.004 había dos cuadrillas y no existía el cupo, se lograron
63 jabalíes. El año pasado de 2.005 también con
dos cuadrillas, pero ya con el cupo implantado, se bajaron 43 jabalíes
y por fin, en la actual campaña de 2.006-07, también con
tres cuadrillas y con el cupo, se abatieron 57 piezas.
Ahora a engrasar las armas, dejarlas
bien colgadas, atender a los perros y esperar al mes de Setiembre, que
ya está a ahí, a ver si alguno se anima y se casa, que
no hace falta ir al Amazonas.